Sacerdotes ateos en Holanda

Leo en la BBC que la Universidad Libre de Ámsterdam ha realizado un estudio sobre creencias entre los sacerdotes de la Iglesia protestante holandesa que tras la Iglesia Católica Romana, es la segunda iglesia con más seguidores en los Países Bajos. El resultado es muy sorprendente ya que dicho estudio ha mostrado que el 15% de los pastores de dicha religión se consideran ateos o agnósticos. No estamos hablando de meros fieles, que pueden o no compartir los dictados de su religión. Son las personas que han sido educadas y formadas para trasmitir la literalidad de su religión. Y aún así aparece este sorprendentemente alto número de increyentes entre la élite del protestantismo holandés. Si ni siquiera los acólitos seleccionados son capaces de creerse los cuentos de la Biblia imaginen cuantos creyentes en dicha religión se pueden definir como deístas. Este es un llamativo ejemplo de la falacia de la religión. Se considera creyente a todo individuo que mantenga cualquier relación superficial con una creencia: que haya sido bautizado, que alguna vez pase por la iglesia, que tenga una ligera noción sobre la existencia de algo sobrenatural aunque sea incapaz de formular mínimamente dicho pensamiento, etc. Luego rápidamente se le incluye en las estadísticas como creyente, generalmente de la corriente mayoritaria en su país. Así finalmente siempre resulta que cualquier nación occidental es mayoritariamente cristiana. Un ejemplo muy próximo es nuestro propio país, España que está lleno de católicos sociológicos. Personas que en la mayoría de los casos por comodidad se siguen considerando católicos aun cuando no cumplen prácticamente con ninguna de las obligaciones de su supuesta religión y no hacen el menor caso a los dictados de la curia católica tanto española como vaticana. Pero sirven perfectamente al catolicismo oficial como justificación para seguir manteniendo sus privilegios económicos en una sociedad absolutamente secularizada a la que siguen exprimiendo con una eficacia muy superior a la tan publicitada eficiencia germana siglo tras siglo.