Las religiones descubrieron hace mucho tiempo que la mejor manera de tener obtener fieles es la manipulación de las mentes infantiles antes de que desarrollen comportamientos críticos y racionales. Así uno de los más férreos objetivos del catolicismo es controlar la educación de la infancia y la juventud para inculcar en sus mentes el famoso virus de la fe definido por el zoólogo y ateo militante Richard Dawkins. Por supuesto el resto de las religiones “únicas y verdaderas” siguen esta misma estrategia. Sólo hay que ver a esos niños pequeños leyendo una y otra vez, declamando y rezando de forma compulsiva los versículos coránicos en las madrazas de cualquier país musulmán para comprender que es casi imposible que cuando lleguen a adultos puedan tener un mínimo atisbo de racionalidad. ¿Cómo pueden llegar a ser tolerantes, críticos y racionales cuando el único libro que han leído y que les ha sido esculpido en piedra en sus tiernas mentes ha sido la visión retrógrada, intransigente y arcaica de una sociedad violenta, sexista y tribal de la edad media?
Pero parece que no es suficiente y algunas mentes pías del mundo musulmán se han dado cuenta de que existía un vacío en la educación de los niños musulmanes o más exactamente de las niñas que debía de ser llenado para alejar el peligro de la impiedad. Si las niñas islámicas pueden jugar con muñecas occidentales, tales como las que representan a médicas, enfermeras, profesoras, etc podría desvirtuarse el papel que el Corán y la Sharia impone a la mujer musulmana que no es más que ser un apéndice totalmente sometido a la voluntad del varón. Y en ese lavado de cerebro sexista el atuendo musulmán en sus diferentes formas como el pañuelo, el chador o el burka es el elemento primigenio de deformación de las conciencias femeninas. Y en este adoctrinamiento la aparición de las muñecas islámicas juegan un rol principal porque cómo proclaman algunas consignas que circulan en el mundo árabe: “No hay que modernizar el Islam sino islamizar la modernidad”. Así ya desde muy niñas las mujeres musulmanas empiezan a ver como normal y deseable el cubrirse. ¿o no son bonitas estas muñequitas?
Luego esas mujeres ya adultas defenderán su derecho a ir totalmente cubiertas y pensarán dentro de su ignorancia que lo han elegido libremente compartiendo argumentos con los esclavos sudistas que se negaban a ser emancipados despues de la guerra de secesión norteamericana. Cuánta razón tenía George Orwell en su novela 1984 cuando imaginó los lemas del Partido del Gran Hermano de Oceanía: “ignorancia es fuerza” y “libertad es esclavitud”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario