En Nepal existe la horrible tradición de elegir a una niña de muy corta edad, el último caso ha sido una casi bebé de tan solo dos años, separarla no solo de su familia sino también del resto del mundo y aislarla en un palacio, del que no puede salir nunca y en donde toda su vida está totalmente controlada.
Estas supuestas reencarnaciones de la diosa Taleju, son entronizadas tras la fiesta del Kalaratri o "noche negra", en la que 108 búfalos y cabras son sacrificados a la diosa Kali, siempre y cuando estas niñas tan pequeñas no muestren miedo durante esta traumática experiencia. Si la candidata muestra algún tipo de sentimiento durante este sangriento ritual, simplemente se la desecha y se pasa a la siguiente de la lista hasta encontrar una niña que sea indiferente al horrendo espectáculo de ver morir decapitados a docenas de animales indefensos.
Estas niñas elegidas no pueden ser tocadas por nadie y solamente se alimentan por medio de una comida ritual y hasta que alcanzan la pubertad y cometen el horrendo pecado de menstruar vivirán enclaustradas, casi como estatuas adoradas pero sin ningún tipo de contacto afectivo puesto que son de otro mundo. Luego al hacerse fértiles son desechadas sin piedad y sustituidas por otras niñas mucho más jóvenes y por supuesto también más dóciles.
Y como la tradición dice que los hombres que se casan con antiguas kumaris mueren jóvenes, pues la gran mayoría de ellas quedan marcadas de por vida casi como si fueran apestadas.
Pero por supuesto nada de criticar esta bárbara costumbre ya que las creencias son sagradas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario