Aunque los cristianos afirman que su dios protector está siempre pendiente de sus nimias necesidades y absurdos deseos y que por ello nada tienen que temer. Sin embargo, su comportamiento habitual muestra de manera concluyente que en realidad no se creen nada de su vacua palabrería.
Porque como muy irónicamente indica en el siguiente video Seth Andrews, mucho rezar y rezar pero luego son los primeros en rodearse de todas las seguridades que la atea ciencia moderna ha desarrollado para evitar su pronto encuentro con su creador.
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