Existe un doble mito asociado a las personas cuando unas son pudientes y otras humildes. La propaganda dicta que ante situaciones difíciles los menos afortunados renuncian pronto y acaban abandonándose a la molicie y a las excusas. Por el contrario, el mantra que difunden mentirosa y constantemente es que los pudientes, por haber sido educados en la "cultura del esfuerzo" perseveran una y otra vez si importarles las veces que fracasen, hasta alcanzar el éxito.
Sin embargo, este argumento tan falaz no resiste la más mínima prueba ya que dejando de lado los innumerables casos de vástagos de familia bien que no dan un palo al agua en su vida y que se dedican a parasitar las fortunas paternas, la explicación más prosaica y más certera de la perseverancia de los ricos y del abandono de los pobres no depende para nada de la valía individual, sino que está totalmente asociada a las oportunidades de las que goza cada uno, tal y como muy certeramente muestra el siguiente video.
No hay comentarios:
Publicar un comentario