Una cita del filósofo chino Xun Zi que, allá por el lejano siglo II EAC, dejó muy claro que la religión en general y que la oración en particular no sirven de nada y que lo había que hacer es preocuparse por la educación.
¡Lástima que más de dos milenios después la Humanidad haya avanzado tan poco en sus sabios consejos!
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