Los creyentes, en su infinita ignorancia, ven la bondad divina en cualquier cosa a su alrededor. Sin embargo, no hay más que mirar al mundo con un mínimo de racionalismo para concluir que, en caso de que existiera alguna entidad supranatural solo existen dos posibilidades lógicas, cada una de ellas a cual más siniestra.
La primera opción sería que los dioses están tan más allá del Universo que serían indiferentes al casi infinito sufrimiento existente en la Naturaleza y mucho más al de estos ególatras monos bípedos que infantilmente ansían tener una mezcla de hermano mayor y esclavo con superpoderes.
Y la segunda es todavía más horrenda. Creer en un dios que
castiga cruelmente por toda la eternidad a aquellos que tuvieron la desgracia
de nacer en el sitio equivocado, que cura las hemorroides de un papanatas
mientras deja que cientos de millones de personas mueran de hambre, en guerras
o en desastres naturales que podría evita fácilmente, que manda el cáncer como
lección de vida o que hace que los niños mueran (muchas veces de la manera más
sádica) para llenar el Cielo de angelitos, tal y como bien indica la protagonista
de la muy recomendable serie "Orange is the new black" en este
brevísimo video que destroza milenios de infantilizada teología, solo puede ser catalogado como del más brutal masoquismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario