Los creyentes (por más "ilustrados" que puedan ser) tienen un inherente fallo intelectual consistente en que son capaces de retorcer los datos, los hechos y hasta los conceptos científicos más básicos para justificar lo injustificable: que necesitan de un amigo imaginario con superpoderes para no abandonar esa infancia a la que estarán mentalmente atados hasta su deceso por muy lejano que este sea.
Y quizás el ejemplo más palpable de esta mezcla de ignorancia y mala fe intelectual sea el que se muestra muy divertidamente en el siguiente video, en donde el siempre riguroso Sheldon Cooper demuestra al pastor que no hay que confundir la posibilidad con la probabilidad, algo que es incluso más básico que las propias matemáticas del bachillerato. Pero en fín ¡qué se puede esperar de personas que creen ciegamente que existen las serpientes parlantes, los gorrinos endemoniados y las palomas fornicadoras!
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