Todos los creyentes afirman conocer la verdad del más allá. Pero por supuesto llevan milenios sin presentar la más mínima prueba objetiva de tan osada afirmación.
Y además hay otra definitiva objeción: que todas las religiones son incompatibles entre sí, por lo que en el mejor de los casos solo una sería verdadera. Sin embargo todos los creyentes (independientemente de su religión particular) argumentan de la misma forma: afirmado enfáticamente su "verdad" pero sin demostrar nunca nada, entonces nadie puede conocer cuál de ellas sería la verdadera.
Y por tanto ¿para qué perder el tiempo adorando a cualquiera de la infinidad de deidades que han acompañado al hombre en su largo devenir? ya que con toda probabilidad nunca nadie acertará.
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