Una de las más execrables creencias del cristianismo es que tras la confesión cualquier pecado (por más horrendo que este sea) es perdonado y a vivir rodeado de angelitos por toda la eternidad.
Porque, tal y como muy irónicamente indica la comediante estadounidense Sarah Silverman en este breve video
los peores criminales pueden disfrutar de toda una eternidad de "dicha" si se arrepienten, mientras que aquellos que renegamos de una moral pacata, represora, patriarcal, homofóbica y medieval deberemos purgar nuestro "pecado" en el Infierno por toda la eternidad.
Aunque pensándolo bien estaremos mucho mejor lejos de Hitler, Franco, Pinochet, Videla y el resto de genocidas fascistas a los que la santa (y pederasta) iglesia católica ha apoyado con criminal vehemencia.
Corto y claro: el video perfecto.
ResponderEliminar