No pasa un día sin que un descerebrado antivacunas acabe dando de comer a los gusanos por su cerril fanatismo anticientífico.
Y así por ejemplo, una líder de la conspiranoia QAnon acaba de fallecer en California después de haber dicho por redes sociales a sus decenas de miles oligofrénicos seguidores que
“¡Las vacunas matan, no lo hagan! Así de crédulos son estos idiotas. Todos se están vacunando.”
Y lo que es peor, esta semideficiente mental estuvo hasta el último momento negando la realidad, porque ella sabía que tenía coronavirus.
Y otra antivacunas más, líder de un grupo de ultras del Partido Republicano (si es que existe algún miembro de este partido que sea moderado) ha muerto también en Texas.
Pero es que estos imbéciles (con derecho a voto, no hay que olvidar) no aprenden. Y así un grupo de estos conspiranoicos que asistieron a un mitin en Dallas comenzaron a mostrar síntomas de covid-19 y por supuesto afirmaron que habían sido víctimas de un ataque con ántrax. Después algunos de ellos han ido falleciendo por causa de ese virus al que tanto desprecian.
En resumen, si algo puede tener de bueno la actual pandemia es que al menos en EEUU está haciendo una buena criba entre los imbéciles antivacunas que tanto abundan por esos lares.
Una criba que no nos librará de todos, sino de unos pocos.
ResponderEliminarLa estupidez, junto con el fanatismo y el empeño de ganar dinero y poder nos ha convertido en una especie con contrastes muy estúpidos, de los que hacen que te extingas sin remisión si en un principio te tocan unos cuentas de estos al frente de la tribu. Es lo que hay, por desgracia.
Salu2
~Ya probamos vivir comiendo comida orgánica, sin vacunas, con partos caseros. Se llamaba edad de piedra y la esperanza de vida era de 28 años~
EliminarEn fin... Lo que realmente creo es que la vacuna que realmente necesitan los antivacunas es una buena dosis de información
La mejor respuesta de la vida
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