Dentro del disparatado mundo de las supercherías
pseudomédicas destaca el tristemente famoso “Suplemento
Mineral Milagroso“, más conocido por sus siglas MMS, una solución similar a la lejía industrial que
fue inventada en el año 2006 por un tal Jim Humble,
personaje que aúna una colección más que variada de distintas supercherías:
antivacunas, cienciólogo y que dentro de su delirios afirma ser un dios con una
edad de mil millones de años que vino a la Tierra desde la Galaxia de
Andrómeda. Pues bien, parece ser que las autoridades estadounidenses han tomado
cartas en el asunto ¡por fín! frente a estos peligrosos engañabobos.
El personaje antes citado, y sus seguidores en medio mundo como el labriego convertido en “experto” sanitario Josep Pamiés o la monja licenciada en Medicina Teresa Forcades, llevan vendiendo el MMS desde hace décadas como un remedio capaz de curar todas las enfermedades conocidas (gripe, SIDA, infección por el ébola, la hepatitis C, la difteria, el cáncer o incluso el autismo) y ahora también las nuevas, aunque el principal efecto del MMS es una intoxicación grave que ha llevado a la muerte de varios de los crédulos que se atrevieron a beber el mencionado veneno. Por ello, diversos organismos como la FDA estadounidense o el Centro de Información sobre Venenos de Nueva Gales del Sur en Australia han alertado del peligro que conlleva su uso.
Y en EEUU, tierra del más puro fanatismo religioso, algunos de estos seguidores fundaron la "Genesis II Church of Health and Healing" para vender a todo tipo de irresponsables incautos esta lejía como remedio curalotodo.
Ahora el FBI estadounidense ha decidido acabar con este absurdo, y más que peligroso, devaneo chamánico y ha procedido a incautar para su destrucción los varios cientos de litros de MMS y otras sustancias igualmente peligrosas para la salud que almacenaban dentro de la iglesia estos dementes y a cerrar todas las páginas web que ofertaban estos tóxicos como medicamentos. Además al fundador de la secta y a su obediente hijo les han acusado de
"Conspiración para defraudar, conspiración para violar la Ley Federal de Alimentos, Drogas y Cosméticos, y desprecio criminal".
Ahora solo falta esperar que pasen una buena temporada entre rejas y que cunda el ejemplo en otros países y así en España el labriego Pamiés y la monja Forcades también se enfrenten a la justicia.
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