¿Cuándo entrará en prisión el Sr. X?

Un reciente informe desclasificado de la CIA implica directamente al expresidente Felipe González en la creación de los GAL, un grupo que además de terrorista fue tan chapucero que en lugar de matar a sus supuestos objetivos se dedicó a asesinar a inocentes que se encontraban en el lugar y momentos equivocados.

 

Los GAL fueron agrupaciones parapoliciales que practicaron la "guerra sucia", un eufemismo para el más puro terrorismo de Estado contra la organización terrorista ETA y su entorno a mediados de los años 80 del siglo pasado. Durante los diversos procesos judiciales contra esta organización quedó probado que fue organizada y financiada por altos funcionarios del Ministerio del Interior, entre ellos el propio ministro de la época. 

Por supuesto, nadie que conociera los entresijos de la política española del momento y sobre todo el funcionamiento del PSOE en esa época pudo dudar ni por un momento de que tras las órdenes del Ministro se encontraban detrás los dos líderes del partido y del gobierno, sin los cuales nadie en el PSOE movía un dedo: el presidente Felipe González y el todopoderoso vicepresidente Alfonso Guerra. 

Sin embargo, como en la pseudodemocracia española todo es posible, se corrió un tupido velo y estos personajes pudieron disfrutar de sus bien ganados millonarios sueldos en consejos de administración varios y siguieron durante décadas pontificando sobre democracia, libertad, derechos humanos y todo aquello que se les ocurriera porque tenían a su disposición una larga y siempre servil cohorte de plumillas paniaguados  que difundían generosamente sus muchas veces indignas posturas.

Es por ello que quizás sea el momento de que los jueces se empiecen a ganar su sueldo y este par de facinerosos terminen sus dilatadas carreras en la cárcel, lo que además de servir para cerrar una de las más oscuras épocas de esta triste democracia podrá servir además para que estos maquiavelos del tres al cuarto dejen de entorpecer con su larga influencia el normal funcionamiento de las instituciones.