Los religiosos, en su ofensiva y casi infinita estulticia,
son capaces de extraer el detalle más nimio de una tragedia para así
"demostrar" la existencia y de paso la benevolencia de su particular
deidad. Y si no atiendan al siguiente caso.
Un tornado asola un pueblo del estado norteamericano de Mississippi,
destruye docenas de casas y deja 30 muertos. Cualquier persona medianamente
racional y sobre todo mínimamente empática
consideraría esto como una horrible tragedia. Bueno cualquiera menos un piadoso
y más semideficiente mental granjero de la zona.
Porque Jerel Wade, que así se llama nuestro ofensivo
creyente, ha encontrado la prueba fehaciente de la benevolencia divina porque,
tras el paso del tornado que ha matado a muchos de sus vecinos, él se alegró
santamente ya que el bizcocho que había horneado su madre esa mañana de Pascua
estaba
"perfectamente intacto en el mostrador de la cocina bajo una cubierta de vidrio"
y por ello el cateto paleto ha
declarado que
"He visto su mano de misericordia, escucho su voz de alegría. Y, justo cuando lo necesito, siempre está cerca. Este himno de Pascua ha cobrado vida. Mis padres estaban en casa durante esta tormenta. Su casa fue completamente destruida. Pero sus vidas y el bizcocho de mamá se salvaron."
¡Y que se fastidien sus vecinos! ¡no me digan que no es para que los familiares de
los 30 muertos vayan y abofeteen a este estúpido Jerel Wade hasta hartarse!
"Mis padres estaban en casa durante esta tormenta. Su casa fue completamente destruida."
ResponderEliminarsupongo que se alegraba de eso...
al ver el tornado, iria pensando -y seguramente rezando- por sus padres... lo del biscocho seria que se sorprendio de que la casa se haya destruido COMPLETAMENTE y un panecillo soportase el vendaval...
y mostrando un poco de humanidad hacia el hombre, diria que estaba en estado de shock.
y si bien hay que lamentar el deceso de 30 personas -seguramente tan creyentes en dios como el paleto de marras-, no veo el por que no alegrarse de que los padres del paleto no hayn sufrido daños.