Se puede decir más alto pero no más claro.
P.D.
Y el ladrón del Borbón debería estar ya en la cárcel a la espera de jucio.
Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.
No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.
Otra vez se te ha olvidado poner el vídeo. Vas haciéndote mayor y en nada te olvidarás de ponerte la dentadura, hazte a la idea... }:-P
ResponderEliminarNo es que se me olvide, es que no sé qué narices pasa en blogger, pero a veces mete una etiqueta rara que hace que no se entienda el link.
ResponderEliminarGracias por el aviso.
Una cosa es el coronavirus que se expande como pandemia
ResponderEliminarPero aquí tenemos un mal endémico que es el virus de la corona, que además de inviolable, demuestra que en la Constitución no somos iguales ante la ley
Inviolable podría ser, hipotéticamente "la corona", pero no el tipo/a que se la calza.
Un asco
Si mal no recuerdo, Carl Sagan no era ateo sino agnóstico.
ResponderEliminar¿Y?
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