Lejos de esa pretendida humildad de los creyentes cuando se postran ante su dios, el rezo es simplemente un intento de soborno en toda regla: el piadoso solicita un favor inalcanzable para él y a cambio promete un pago, en lo que únicamente se podría considerar como un intento de soborno en toda regla para saltarse así en la medida de lo posible una cruda realidad, que vista en perspectiva es la consecuencia de los designios de esa misma divinidad a la que se quiere comprar de la manera más burda.
Y como casi siempre, el cine es capaz de plasmar con su ficción la verdadera esencia de un comportamiento humano que lejos de mostrar lo mejor es la prueba más evidente de la egoista mezquindad de algunos.
incluso, se quedaron pequeños ante la propuesta, que normalmente la realidad supera la ficción
ResponderEliminar