Damos por sentado en este hipertecnológico siglo XXI que le avance en el conocimiento científico es más que incuestionable, y que a medida que pase el tiempo tendremos un mejor y más exacto conocimiento del Universo. Sin embargo, bien haríamos en echar la vista un poco atrás y repasar la Historia que, como explica el astrofísico y divulgador Neil deGrasse, nos desvela la extrema fragilidad en la que se basa la Ciencia, siempre sojuzgada por las poderosas fuerzas de la superstición y la irracionalidad.
Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.
No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.
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impresionante
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