La indecencia de los religiosos a la hora de intentar
acoplar la realidad a sus delirantes creencias lleva a las más disparatadas
conclusiones, tal y como se acaba de demostrar en los siempre tan particulares
EEUU.
Allí un par de esos delirantes telepredicadores, que tanto abundan por esos lares, han dado rienda
suelta a su patética y más que ofensiva verborrea cristiana y aprovechando que
como dice el viejo refrán "que el Pisuerga pasa por Valladolid" han mostrado
la "altura" intelectual cristiana.
El primero es ese anciano senil llamado Pat Robertson, que
lleva décadas soltando estupideces por su canal televisivo que por cierto ven
millones de descerebrados papanatas estadounidenses y acaba de declarar que
como el aborto es legal en los EEUU el siempre iracundo dios judeocristiano ha
colmado su paciencia y ha enviado una epidemia de lepra a la siempre pecadora
ciudad de Los Ángeles.
Y la segunda es otra "famosa" profetisa cristiana,
esa misma que dice
poder controlar los huracanes, que visto su más que evidente fracaso con el
reciente que ha asolado el pequeño estado insular de Bahamas ha encontrado el
motivo ¡y agárrense porque no tiene desperdicio en su más que ofensiva
ignorancia! Porque según esta iluminada ese mismo dios al que adoran los
estadounidenses ha dado otra prueba de su mala leche y ha enviado el huracán
que ha destruído varias islas porque parece ser que desde allí partían
inmigrantes ilegales camino de los siempre atractivos EEUU y eso dios no puede
tolerarlo ahora que su representante en la Tierra, ese fascistoide presidente
con delirios de grandeza, ha declarado la guerra a la inmigración ilegal.
Así que en resumen, el siempre "bondadoso" dios
judeocristiano se dedica (según sus más que informados representantes en este planeta)
a repartir muerte y desolación en forma de enfermedades y catástrofes naturales
para que hagamos su supuesta voluntad. Pero eso sí, que quede bien claro, que
dios es todo amor para con sus criaturas elegidas ¡imaginemos si no fuéramos el
culmen de la creación!
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