Sería del todo impensable que los judíos que estaban siendo
perseguidos en la Alemania nazi hubieran solicitado a Hitler que nombrara como
embajador alemán en España a un miembro de su comunidad como forma de
"normalizar" el más que injusto sistema hacia esa minoría ¿o no?
Pues hete aquí que miembros de uno de los colectivos más
discriminados por la iglesia católica, las mujeres que durante siglos fueron
consideradas aliadas del Maligno y que a día de hoy solo sirven para limpiar
las iglesias y poco más han solicitado al papa romano que nombre como embajador
de ese miniestado totalitario y teocrático a una mujer. ¡Cómo si eso fuera a
cambiar la profunda y más que sexista y discriminadora realidad de una religión
en la que la mujer no tiene ninguna relevancia salvo la de parir nuevos
cristianitos!
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