Está más que demostrado que sólo un ferviente creyente puede
ser tan miserable de justificar las peores desgracias acudiendo al mandato divino. Y
el último y ofensivo ejemplo lo da un más que alucinado rabino.
Parece ser que en el Reino Unido hay un rabino que tiene muy
claro que las enfermedades, lejos de ser un accidente son el justo castigo a
los pecados, pero ¡agárrense! no del individuo en cuestión sino de las faltas
cometidas en vidas previas. Así este desequilibrado afirma sin pudor ni vergüenza
algunos que los niños con síndrome de Down o con autismo están siendo castigados
por sus pecados en una vida anterior por chismorrear. Por supuesto, también los
niños que nacen ciegos están siendo castigados por haber visto pornografía en
vidas anteriores.
Además los adultos tienen sus castigos en forma de cánceres,
pero eso sí por sus propias culpas ¡menos mal! ya que las mujeres contraen
cánceres de mama y de cérvix como resultado de su disipación sexual. Y los
hombres para no ser menos contraen cánceres de próstata y cerebro como
resultado de sus "pensamientos sucios".
Y ya para
terminar este enviado del Señor también es un racista ¡es que lo tiene todo!
Sabe, porque así se lo ha indicado el dios de los desiertos palestinos, que el
crimen ha aumentado en los Estados Unidos como resultado de la emancipación de
los afroamericanos.
Pero eso sí, mantengamos siempre el debido respeto frente a
la religión y sigamos manteniendo con cargo a nuestros impuestos a toda esta
caterva de mediadores de lo divino, puesto que ellos son la única guía moral
sin la cual el mundo estaría más que perdido.
P.D.
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