Violar niños no es un asunto grave, aunque por supuesto solo para la iglesia católica

La podredumbre y la miseria de esa supuesta guía moral que es la iglesia católica no parece tener fin, puesto que sus más altos jerarcas siempre pueden miserablemente defender a los peores criminales y humillar a las más inocentes víctimas.

Porque el más que incalificable obispo de Tarragona, un tal Jaume Pujol que bien podría estar en los anales de la más miserable ignominia, acaba de comunicar su más que cerrada defensa de un par de violadores de niños con sotana y alzacuellos, monstruos más que abundantes entre la curia católica, con unos argumentos que dan arcadas a cualquiera persona con una mínima decencia (algo que por supuesto escasea más entre esos buitres negros que dicen representar a un dios que tuvo la gran idea de torturarse a sí mismo en una cruz).

Porque nuestro miserable obispo ha dicho, y cito textualmente, que ese último par de depredadores de niños más adeptos al delito sexual que a su supuesto celibato

"han podido tener sus errores y han podido tener sus faltas, pero no son tan graves como para poder decir que tienen que ser secularizados, de ninguna forma"

Así que ya saben, eso de violar menores de edad con reiteración no es delito suficiente para que la iglesia retire de su seno a unos individuos que

"sólo han tenido un mal momento"

Y este miserable, vestido de payaso de carnaval en lugar de estar detenido por apología de probablemente uno de los peores delitos posibles, ahí sigue domingo sí y domingo también pontificando sobre el bien y sobre el mal, y por supuesto siendo más que respetado en su ciudad por gran parte de la ciudadanía y la clase política al completo. ¡Asco de país!