Los cristianos se vanaglorian de amar al prójimo por encima
de todas las cosas aunque sin embargo, y dejando aparte la imposibilidad de
tamaña proeza, en su absoluto cretinismo intelectual no perciben la infinita
estupidez que encierra su más que imposible declaración.
Y para dejar en evidencia la absoluta miseria intelectual de
los religiosos únicamente es necesaria una simple mente racionalista, aunque
como en este caso provenga del ya casi remoto pasado, como es el siguiente y más que antiguo video en blanco y negro:
Pero es que las verdades son intemporales, a pesar de que en pleno año 2018 todavía miles de millones de "personas" (por decir algo diplomático de esos cuerpos vacíos de cualquier capacidad intelectual que son los creyentes) no se hayan enterado.
Joer, que alguien tan absolutamente tóxico como es Ayn Rand tenga que dar lecciones morales...
ResponderEliminarEsto demuestra que se puede aprender algo de casi todo el mundo.
EliminarAyn Rand es uno de los personajes más nefastos del siglo XX. De hecho, su movimiento "filosófico" no es considerado filosofía por nadie. Acérrima defensora del ultraliberalismo económico donde el Estado solo debía ofrecer como únicos servicios públicos la Policia, los Tribunales y el Ejército, se mostró contraria en su época a las leyes anti-segregación racial en Estados Unidos porque las consideraba "intervencionistas", como también era contraria al feminismo, a los derechos civiles (y más aún sociales) y que se financiase con impuestos ayudar a los pobres, a los discapacitados y a los desempleados. Es decir, una atea que defendía que solo el que se lo podía pagar tenía derecho a la salud, a la educación, a la protección social o a una vivienda digna. Defendía, para que nos entendamos, el modelo social de la India o el Congo. Hasta la ultraderecha republicana yanki la destestaba.
ResponderEliminarLo de amar al prójimo es dificil, por supuesto, pero si se lo considera muy "religioso" podemos sustituirlo por conceptos como la solidaridad, la bondad, la generosidad, la empatía y el querer que los demás tengan lo mismos derechos que tenemos nosotros. No es dar besos a todo el mundo en la calle, sino es lo que defiende la izquierda y todos los movimientos que han surgido de ella: igualdad, justicia social, ayuda y fomento al excluido, apoyo a las minorías, derechos humanos...algo de lo que Rand abominaba y por eso es un personaje al que casi nadie quiere ni casi nadie recuerda.
Pero tienes razón, de todos podemos aprender algo, pero si de alguien que no es Rand, mejor.
Directamente de su biografía en la Wikipedia:
ResponderEliminarAlgunos puntos de la ideología de Ayn Rand sugerirían su no adscripción ideológica a la derecha conservadora:
Defendía el ateísmo como única postura racional ante el concepto Dios, al que consideraba indemostrable racionalmente, es una suma de contradicciones metafísicas y, por lo tanto, un atentado contra el funcionamiento mental del hombre que lo acepte.
Defendía la total libertad a la hora de producir, distribuir (solo a adultos) y consumir cualquier tipo de drogas, a pesar de condenar radicalmente su consumo como un atentado contra lo más valioso que tiene cada individuo: su mente. Como afirmó repetidamente, la libertad, si nos tomamos el concepto en serio, supone también la libertad para equivocarse, y, si alguien quiere tomar drogas, la libertad para suicidarse.
Condenaba absolutamente el reclutamiento forzoso de soldados, al que equiparaba con la esclavitud. Llegó a afirmar que todas las proclamas sobre la importancia del derecho a la propiedad hechas por los derechistas en Estados Unidos eran palabras huecas, ya que apoyaban la conscripción forzosa en el ejército. "¿Qué sentido tiene el tener derecho a tener una cuenta corriente si uno no tiene derecho a su propia vida?", afirmó.
Defendía el derecho absoluto de las mujeres a abortar si así lo deseasen, ya que cada individuo tiene un derecho absoluto sobre su vida y su cuerpo.
Se defendía como antisocialista y anticomunista por considerarlas una forma de opresión.
Defendía un Estado limitado, algo diametralmente opuesto a la proclama fascista «todo dentro del Estado, nada fuera del Estado».
Defendía el derecho absoluto a distribuir, entre adultos, cualquier tipo de texto o medio audiovisual, incluida propaganda nazi, comunista o pornografía (que aborrecía, al considerarla como un atentado contra la sexualidad y el buen gusto, pero cuyo derecho a ser producida y distribuida defendía vehementemente). Sostenía que «las ideas no delinquen», y que sólo se debían castigar los actos delictivos. Afirmaba que cualquier intento de que el Estado limitase la expresión de ideas «erróneas», «equivocadas» o «peligrosas» sólo podía terminar en una censura total de las ideas «impopulares».
Y yo también estoy en contra de muchas de sus ideas
ResponderEliminarEn videos de youtube se puede ver a Rand expresarse en contra de las leyes anti-segregación racial en el sur de Estados Unidos, en contra del feminismo como ideología ,en contra del modelo universaitario inclusivo gracias a las becas, en contra de la asistencia a discapacitados pagado con impuestos... por eso su inhumanidad y su crueldad social ensombrecen las luces que podía tener en su defensa del concepto de libertad individual total. Y es que su modelo ultraliberal y anti-Estado era una defensa de Estado africano e indostánico.
ResponderEliminarTenía razón, las ideas no delinquen, pero llevan a delinquir a las personas. Hay que perseguir el nazismo, el yihadismo, la homofobia católica o la exaltación del franquismo como ideas porque llevan a que los que si pueden delinquir, las personas, a hacerlo si pueden. El delito no basta perseguirlo, hay que prevenirlo.
Rand si decía las verdades sobre las religiones, en eso tenía razón. Pero era una anti-humanista. Y una hipócrita: décadas siendo contraria a una sanidad pública y defendiendo que si no puedes pagarte un hospital has de morirte para que cuando le diagnosticaron cáncer ingresase en el Programa Federal Medicare de asistencia médica subvencionada.
Murió sin reconocer que se equivocó al estar en contra de cualquier servició público de salud y de protección social al que ella si se acogió.
Pero acepto como válido su oposición al hecho religioso. En eso decía verdades grandes como catedrales, si me permites la ironía...