Aunque nadie debería sorprenderse de las declaraciones de
los altos jerarcas católicos, individuos que han dedicado su vida a una de las
mayores absurdeces que ha inventado la muchas veces delirante imaginación humana,
hay veces que el esperpento alcanza cotas de delirio.
Porque que dos obispos católicos (uno español y otro estadounidense), adeptos a unos libros
"sagrados" más falsos que una moneda de 7 euros, se preocupen porque en la última película de la saga de Star Wars se quemen los libros sagrados de la religión Jedi junto con su templo sería del todo risible si no mostrase el casi
infinito grado de falta de cordura de unos individuos, que no lo olvidemos,
suelen tener un acceso privilegiado al poder y en demasiadas ocasiones sus
opiniones son tenidas en cuenta por gobiernos, empresarios o líderes sociales.
Aunque visto en perspectiva, quizás estos sotanados con
alzacuellos tengan algo de razón. Desde el momento en que sus Evangelios tienen
la misma certeza histórica que los libros sagrados de los maestros Jedi, puesto
que al final ambos provienen de la misma fuente: la desbordada imaginación de,
en un caso guionistas de Hollywood y en el otro de fanáticos analfabetos de los
siempre castigados desiertos palestinos (en donde parece que la fuerza del sol
es tal, que se reblandecen las seseras), la quema en la ficción cinematográfica
puede hacer pensar a algunos que no sería tan mala idea la quema de sus
equivalentes en el mundo real.
[Estampida]: En el fondo siguen viviendo en Tatooine y tienen grandes cantidades de midiclorianos. También hablan de vainas...
ResponderEliminarEsos obispos sí consumieron píldoras letales.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Xu7p5wGswe4