Uno de los grandes dramas de la educación en España ha sido
el convertir los delirios de unos pobres analfabetos de tiempos remotos en una
materia equiparable a las Matemáticas o la Historia.
Como en esta desgraciada piel de toro siguen campando a sus
anchas esos destructores de la infancia (tanto física como mental) que son los
sotanados con alzacuellos, resulta que la educación se está convirtiendo en una
pantomima en donde se premia a los estudiantes más vagos y a los más catetos.
Porque cómo la “asignatura” de religión vale lo mismo que cualquier otra, pues
muchos niños (independientemente de sus creencias) han descubierto la forma
rápida de conseguir un sobresaliente sin esfuerzo que les hincha la nota media
de toda la enseñanza secundaria. Esto es así porque en clase de religión los
alumnos no necesitan estudiar, con ver un par de películas consiguen un notable
o incluso un sobresaliente .Y claro, eligen esta estafa pedagógica frente a otras materias optativas, en donde además de estudiar puede que no saquen tan
buena nota.
Y así, gracias a esos destructores de conciencias (y muchas
veces de cuerpos) infantiles acabaremos teniendo al final toda una generación
de zoquetes, pero eso sí con matrícula de honor en serpientes parlantes,
gorrinos endemoniados, muertos resurrectos, vírgenes zoofílicas y demás sandeces
solo aptas para débiles mentales.
[Estampida]: Entre ellos los alumnos deben "Reconocer con asombro el origen divino del cosmos y distinguir que no proviene del caos o el azar". Examen: A ver esas reacciones de asombro muchachos! Que no note yo que estáis fingiendo!.
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