Los grandes avances científicos realizados en las últimas
décadas en el campo de la embriología en general y de la fecundación in vitro
en particular han expuesto de la manera más descarnada las simplezas de los
dogmas cristianos sobre esa inexistente entidad llamada alma, convirtiendo al
homo tecnológico en un dios capaz de modificar a su voluntad la obra del
"creador".
Según el magisterio católico el alma es creada e infundida
inmediatamente por Dios en el mismo momento de la concepción, es decir cuando
el espermatozoide masculino se fusiona con el óvulo femenino para dar lugar al
zigoto que después se convertirá en un embrión. Ahora bien, en algunas
ocasiones cuando este zigoto se está dividiendo algunas de sus células se
pueden separar físicamente por azar generándose dos embriones distintos, de tal
manera que pueden dar lugar a los denominados gemelos idénticos. Como en estos
hermanos sólo hubo una concepción, desde el punto de vista doctrinal la
pregunta que surge es ¿qué ocurre con su alma? ¿ambos tienen la misma? Es más,
con las recientes técnicas de fecundación in vitro, en donde se unen en un tubo
de ensayo un óvulo y un espermatozoide podría ocurrir que tras la fecundación y
cuando el zigoto se está empezando a dividir el científico de turno de manera
también artificial separara no una, sino varias células de manera independiente,
de tal manera que al final se generaran ocho, diez o doce embriones
provenientes todos ellos de ese zigoto original, que luego podrían ser
implantados en un número equivalente de mujeres, dando lugar a una docena de niños
genéticamente idénticos. En este hipotético, pero bastante plausible caso, ¿qué
pasa con las almas de estos pequeños? ¿tienen todos la misma?
Además por otra parte, existen mujeres que en un momento
dado de su vida tienen en su útero no uno como es norma general, sino dos óvulos
fértiles a la vez. De tal manera que estas mujeres pueden ser fecundadas en el
mismo momento por dos espermatozoides distintos del marido, llevando en su
vientre entonces dos hermanos normales y corrientes, los denominados mellizos
que según la doctrina católica llevarán cada uno su respectiva y diferente alma
inmortal. Por otra parte, en la actualidad se sabe que el caso contrario al de
los gemelos idénticos también ocurre de manera espontánea, es decir dos zigotos
fecundados a la vez en la misma madre pueden por azar unirse y a partir de ese
momento se desarrollaran de manera conjunta, convirtiéndose en un único
embrión, que posteriormente generará el alumbramiento de un único ser humano
con mezcla genética. En este caso ¿el recién nacido tiene dos almas completas?
o como en el caso de sus genes ¿sería una mezcolanza más o menos extraña de las
dos almas iniciales? Y como en el caso anterior, las técnicas de fertilización
in vitro pueden llegar a complicar aún más este problema teológico. Supongamos
que un científico en una de esas clínicas de fertilidad ha fecundado de manera
individual múltiples óvulos de mujeres distintas (por ejemplo una docena) con
sus equivalentes espermatozoides de hombres diferentes. Entonces tras las
fecundaciones el científico dispone de doce zigotos distintos, en doce tubos de
ensayo que por supuesto tendrán sus respectivas doce almas diferentes. Si ahora
este científico junta por azar o de manera deliberada todos esos zigotos en el
mismo tubo de ensayo es más que probable que todas esas células se unan para
formar un único embrión que podría ser implantado en una única mujer, la cual
después de una gestación normal alumbraría a un único ser humano. ¿Qué pasaría
en este caso con la mencionada docena de almas? ¿quedarían todas juntas y
completas en el mismo cuerpo formando una superespiritualidad? o por el
contrario habría algún tipo de mezcla o quizás once de las mismas son
expulsadas (y en ese caso adónde irían) del embrión en desarrollo?
Preguntas todas ellas relevantes desde el punto de vista apologético,
que por supuesto ningún teólogo cristiano ni sabe responder y ni siquiera es
capaz de plantear.
Hola:
ResponderEliminarY para complicar más las cosas, tenemos la teoría de la evolución, reconocida por la ICAR.
El ser humano comparte ancestros en común con otros simios,como el chimpancé o el gorila, enonces, ¿en que momento los homínidos tuvieron alma?, ¿o acaso la adquisición de ella fue gradual de generación en generación hasta llegar al homo sapiens?, ¿tenían alma los neandertales?.
Saludos.
Kamu
ResponderEliminarSobre ese tema escribí hace tiempo: http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2015/08/son-compatibles-evolucionismo-y.html
Leyendo ese artículo que me indicaste, entonces no es que nuestra especie haya eliminado por completo a los neandertales, los asimilamos.
EliminarPara que haya hibridación entre ambas supongo que eran especies con relativo poco tiempo de separación.
Kamu
ResponderEliminarNo solo nos hibridamos con los neandertales, también con los denisovanos y con otra cuarta especie por ahora totalmente desconocida excepto por la genética.
Somos el resultado de una compleja historia evolutiva entre primos muy cercanos.