La verdad es que vivimos en un
mundo más que sorprendente, en donde un burdo estafador puede dar una rueda de
prensa para mostrar al mundo su indignación porque existen otros embaucadores
que le hacen la competencia.
¿Se imaginan que un ladrón acude
a la policía a denunciar a otro ladrón porque
este segundo ha robado primero en la casa que él había ya seleccionado
como objeto de su latrocinio? ¿puede un asesino sentirse ofendido porque otro
homicida mate antes a su futura víctima? Pues eso es lo que puede ocurrir
cuando entra en juego la estafa homeopática.
Resulta que ayer
un par de médicos homeópatas mostraron su indignación en una rueda de prensa
ante el intrusismo "profesional" de otras personas que no siendo
galenos tienen la osadía de recetar esas pastillitas azucaradas que nada curan
y cuya única propiedad reconocida es aligerar el bolsillo de los más incautos.
Así que parece que la estafa del agua azucarada a precio de oro sólo puede ser
llevada a cabo por un médico colegiado. ¡Ver para creer!
Y ya para rizar el rizo del más
puro despropósito, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología ha
realizado un estudio en donde se muestra que la mitad de los españoles piensan
(aunque vistos los datos quizás eso de pensar sea mucho suponer) que la homeopatía
tiene propiedades terapéuticas. ¡Apañados vamos!
Bueno, ayer leí que un traficante fue a la policía -no recuerdo en qué país fue- para denunciar que le habían pagado con billetes falsos los 900 gramos de marihuana que había vendido...
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