La más que absurda apuesta de Pascal desmontada con mucha ironía

Los "pensadores" religiosos se han esforzado durante siglos, y de la manera más vana, en escribir sesudos y más que extensos tratados teológicos para justificar de alguna manera el irracional hecho de dedicar gran parte de sus vidas a creer, sin prueba alguna por cierto, en la particular invención de sus más que ignorantes antepasados.

Y uno de esos supuestos "sólidos" argumentos es la más que famosa Apuesta de Pascal, egoísta razonamiento postulado allá por el lejano siglo XVII por el matemático, físico, escritor, filósofo cristiano francés Blaise Pascal y que a día de hoy es una de las razones que sacan a colación los religiosos de todo tipo cuando empiezan a quedarse sin argumentos (cosa nada extraña puesto que defender la nada más absoluta es tarea sisífica). Y digo que es un argumento egoísta puesto que no intenta presentar prueba alguna de la existencia de dios (el cristiano por supuesto) sino que apela al más utilitario comportamiento: creer en dios te lleva al cielo, pero no creer te condena a la eternidad y el precio de creer es pequeño.

Por supuesto este tan particular argumento presenta innumerables fallos y es un ejemplo evidente de cómo la religiosidad nubla el raciocinio hasta de las mentes más brillantes. Pero quizás el gran error de Pascal (y por tanto de todos los que a día de hoy siguen presentándolo como "prueba") es imaginar que ese dios únicamente puede ser esa incompresible mezcla de un nazareno milagrero, una paloma fornicadora extraterrestre y una colérica zarza ardiente y no cualquiera de la casi infinita diversidad de deidades inventadas por la fértil y en demasiadas veces disparatada inventiva humana. Y así, para desmontar ese tan deficiente "argumento" no se necesita dedicar un libro completo, ni siquiera un breve ensayo, basta un simple sketch de menos de 10 segundos de la siempre blasfema, herética, irónica y más que sardónica serie Los Simpson. Les dejo con esta delicia de alta filosofía concentrada.