La verdad es que el nivel de ignominioso delirio de los
obispos católicos es extremo, pero aun así estos ancianos seniles y alucinados
no paran de superarse en cuanto a fanatismo.
Así el arzobispo argentino de La Plata casi sin despeinarse acaba
de ganarse el derecho a ser considerado uno de los prelados católicos más
retrógrados y ofensivos dentro de una secta en la que destacan los cerriles
machistas y homófobos. Este
repulsivo sotanado ha declarado que
“la racha de los nuevos feminicidios tiene que ver con la desaparición del matrimonio”
ya que según su “docto” criterio, el matrimonio
“dignificaba a la mujer y la ponía en un lugar de igualdad con el hombre”
Es decir, que si la mujer hubiera seguido comportándose como
el famoso dicho castellano de que
“la mujer y la cabra soga corta y vara larga”
no sería necesario que su santo esposo (y no lo olvidemos
dueño) tuviera que tomar medidas drásticas como mancharse las manos con su
sangre, eso sí de manera totalmente cristiana por supuesto que para eso quedo
todo bien clarito en La Biblia.
Y ya desatado en su descerebrada malevolencia el curita ha
dejado otra perla sobre los abusos sexuales. Según este patán las violaciones a niños en el
ámbito familiar se debe a la aparición del divorcio ya que
“Todo esto tiene que ver con la disolución del vínculo familiar, que estaba fundado en el matrimonio indisoluble”
Aunque bien haría este impresentable en no tocar el tema de
la pederastia, puesto que su iglesia es líder mundial de violaciones infantiles
y miles de sus compañeros de hábito deberían estar encerrados de por vida por
sus más que execrables crímenes.
Esta es la opinión del Cardenal peruano con respecto a la "ideología de género"
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