La cobarde deriva religiosa de la Alcaldesa de Madrid

Parecía que con la victoria de la izquierda en el Ayuntamiento de Madrid se avanzaba hacia una verdadera laicidad, en donde los poderes públicos dejaran de rendir arrobada pleitesía a los usos, modos y delirios del catolicismo patrio. Sin embargo parece que la oscura mano de la iglesia es alargada.

Y así, la actual alcaldesa madrileña ha incumplido todas sus promesas de mantener separadas las esferas de lo público y lo religioso y lo que es peor, ha faltado reiteradamente a sus palabra al acudir al acto católico celebrado la semana pasada en Madrid que incluía una misa y una procesión.

Y más ofensivamente, todo en ese arcaico evento renovó los votos a la virgen en nombre de todos los madrileños sean estos católicos, budistas, cienciólogos, animistas, seguidores de Satán (que alguno habrá en la Villa y Corte) o creyentes en la infinidad de religiones que la más que disparatada inventiva humana ha forjado a lo largo de milenios de ignorancia y estulticia. Y por supuesto también incluyó en su patética ofrenda a  agnósticos y a ateos, entre los que parece que se incluye ella misma.

En fin, solo queda constatar que el poder corruptor de la iglesia es infinito y no importa las buenas intenciones de cada cual, puesto que al final la todopoderosa secta de filofascistas alucinados acaba imponiendo en este país su santa voluntad.