España es quizás una de las naciones del mundo en donde los
gobernantes son más impunemente corruptos.
Tenemos un gobierno que se encuentra salpicado por docenas
de casos de corrupción y sin embargo se considera que impedir que sigan
gobernando (o más bien expoliando al país) es casi como un atentado a los
valores democráticos. Un PP que hasta enseñaba a sus alcaldes a delinquir mediante una presentación de Powerpoint.
Tenemos un presidente de gobierno que ha apoyado en todo
momento a los corruptos de su partido, cuando no les ha dirigido en sus
delictivos tejemanejes, un líder que ha recibido millonarias cantidades de
dinero negro y no pasa nada, media España le sigue considerando el político que
debe dirigir los destinos del país y que sin él poco menos que se termina la
democracia.
Tenemos un partido en la oposición en donde los más
tenebrosos y más corruptos de sus dirigentes se alían con la mafia del PP para
expulsar a su secretario general por el terrible pecado de intentar formar un
gobierno en donde los que llevan robando a la nación durante décadas no puedan
seguir esquilmando a la ciudadanía impúnemente.
Tenemos unos medios de comunicación (o más bien de
intoxicación) que día sí y día también nos sermonean para que este putrefacto
sistema bananero siga corrompiéndose un poco más y que nada cambie.
En fin, tenemos un país en donde el hedor es ya insoportable
y sin embargo casi nadie quiere darse cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario