La ciencia es un proceso colectivo en continuo avance que no
da respuestas definitivas. Ahora bien, ello no quiere decir que sus respuestas parciales
no vayan siendo cada vez más exactas y más aclaratorias y que poco a poco, sin
prisa pero sin pausa vayan desvelando inexorablemente eso que se denomina
realidad.
Un restaurador de películas es un individuo
encargado de coger esas viejas bobinas cinematográficas, que de tan dañadas no
presentan más que un sucesión de manchas y borrones y convertirlas al final en
la película original tal y como fue creada por el director de cine. Durante el
proceso el restaurador poco a poco va recuperando un fotograma de aquí y otro de
allí, primero por supuesto totalmente inconexos, pero a medida que su trabajo
avanza el profesional va pudiendo ensamblar secuencias, primero muy cortas,
pero con el tiempo cada vez más largas, para al final con mucho esfuerzo y
trabajo llegar a conseguir que toda o casi toda la película original recupere
su viejo esplendor y sea proyectable.
Y ese mismo proceso es el que ocurre con la ciencia salvo
que en este caso la película a desvelar es la propia realidad de nuestro
Universo y todo lo que contiene. Al principio los investigadores empezaron a
identificar procesos y mecanismos naturales y pudieron establecer algunas
reglas simples, después otros científicos comenzaron a formular Leyes Científicas sobre
aspectos individuales de la energía, la materia o los procesos biológicos, más
tarde algunas mentes brillantes fueron capaces de ir un poco más allá y aunar múltiples conocimientos en lo que en investigación
se denomina Teoría
Científica, que no tiene nada que ver la idea profana de una teoría como
una simple conjetura, en un proceso que se asemeja mucho conceptualmente al que
he descrito anteriormente en el caso cinematográfico.
A día de hoy, y
gracias al espectacular avance producido en los últimos siglos por legiones de
inquietos, curiosos, tenaces y a veces muy inteligentes investigadores, la Ciencia está
siendo capaz de desvelar fragmentos cada vez más grandes de cómo es y cómo funciona
la realidad que nos rodea.
Y en la actualidad el proceso continúa imparable puesto que, visto
en perspectiva, el crecimiento del conocimiento científico está siendo casi
exponencial: en este siglo hay un mayor número de investigadores vivos y en
activo que todos los científicos que trabajaron y vivieron durante todos los
siglos pasados juntos. Y ese proceso seguirá acelerándose, a no ser que los talibanes
religiosos (tanto musulmanes como cristianos) consigan su descorazonador
objetivo de devolvernos a esa terrible y oscura Edad Media que tanto añoran en
sus más que corrompidas mentes, por lo que a lo largo de los siguientes años,
décadas o siglos la Humanidad irá comprendiendo cada vez mejor esa maravillosa
totalidad que llamamos Universo y todo lo que contiene.
Gracias por perseverar en la defensa del racionalismo y la ciencia frente a las locuras de la religión. Algunos necesitamos a menudo recordar que no estamos solos en la defensa de la salud mental mediante el razonamiento y la búsqueda de nuevos conocimientos.
ResponderEliminarBuenas tardes ateo, coincido con Fisivi en el agradecimiento por la gran tarea humanista y filantrópica que realizas al menos desde "Diario de un Ateo" y por supuesto en "La Ciencia y sus demonios", sirva esto de ánimo para seguir así el nuevo curso, aúpa y salud para ello.
ResponderEliminarGracias a los dos, porque a veces solo comentan negacionistas varios, religiosos y trolls de lo más variado.
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