La verdad es que las leyes en "defensa" de las
creencias y contra la blasfemia en el mundo occidental cada vez recuerdan más a
un episodio de los célebres Hermanos Marx.
Alguien muy inteligente dijo una vez que si no quieres que
me ría de tus creencias no tengas creencias tan divertidas. Y es por ello que
desde años un grupo de ateos alemanes celebran el famoso y más que falso
Viernes Santo (inventado casi un siglo después por los más que aplicados
apologistas cristianos) echándose unas risas con la intemporal película de los
blasfemos Monty Python "La vida de Brian".
Pues bien (y como no podía ser de otra manera) parece ser
que en la civilizada Alemania los santos días de guardar cristianos no pueden
ser mancillados por pecadores, herejes y ateos de la peor calaña y un juez
germano ha dictaminado que el convocante de tan terrible ofensa contra el orden
público y la sacrosanta creencia en esa familia formada por un cornudo y su
adúltera mujerzuela no debía quedar impune y ha condenado al inductor a pagar una multa
de 100 euros.
Tal ha sido el revuelo montado por esta condena que a
diferencia de otros años, en donde se congregaban una par de docenas de
divertidos ateos, esta última Semana Santa la afluencia ha sobrepasado todas las expectativas de
los convocantes y unas 400 personas han visto en directo y como protesta la
siempre recomendable e intemporal película. Ahora parece
ser que todo este asunto va a tener que ser dilucidado en el Tribunal Constitucional
de Alemania, ya que los jueces están para condenar a esos
siempre nefandos ateos destructores de las sagradas costumbres cristianas.
Así que para contribuir al siempre interesante y más que recomendable pecado de
la blasfemia les dejo con el susodicho film. ¡Que lo disfruten!
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