Parafraseando al gran Bertold Brecht primero los católicos impusieron sus privilegios en los colegios, después los musulmanes se apuntaron al carro del permite que Alá entre en las escuelas, luego judíos y protestantes también impusieron en las aulas sus respectivas sandeces.
Y así poco a poco todas y cada una de las creencias van ocupando su hueco en el sistema de enseñanza español, que cada vez tiene menos de educativo y más de alienante y adoctrinador, puesto que ahora hasta un lama tibetano ha dado una conferencia en un instituto sobre las siempre manidas ideas religiosas. El colmo de la ignorancia ha sido cuando el Lama, lama, lamadingdong (como la famosa canción) ha soltado la mayor mentira de todas, eso de que
Por cierto, aunque bien podría haber echado la vista atrás, a la no tan lejana segunda mitad del pasado siglo XX, para ver todo el dolor, la opresión y el horror que impusieron durante siglos sus correligionarios sobre el desgraciado pueblo del Tíbet.
"La relevancia que tienen todas las religiones como formas bellas de ayudar a la humanidad"Parece ser que nuestro monje tibetano, con eso de la introspección, la meditación y el huevo cósmico no ha tenido tiempo de estudiar lo más mínimo de historia, porque sólo así se entiende que no se haya enterado de las persecuciones, las guerras y hasta el genocidio llevado a cabo por todas y cada una de las religiones a lo largo de los siglos en nombre de ese amor fraternal que tanto anhela.
Por cierto, aunque bien podría haber echado la vista atrás, a la no tan lejana segunda mitad del pasado siglo XX, para ver todo el dolor, la opresión y el horror que impusieron durante siglos sus correligionarios sobre el desgraciado pueblo del Tíbet.
¡Exijo que se imparta el pastafarismo en las escuelas!
ResponderEliminarEso, eso, todo por la pasta...y el macarrón, y los tiburones...
EliminarMejor calabreses
Es que esa filosofía, como algunos gustan de llamar, está aún en la caverna y desde allí su mundo irreal e irrelevante tiene la belleza del sangrilá de jolivú...medieval en el que tienen sumido a sus congéneres.