En un país en donde se hace apología diaria del fascismo, el
golpismo y el más rancio nacionalcatolicismo, incluso desde el propio gobierno
y el partido que le sustenta y no pasa nada, en cambio al menor comentario de
cualquier civil la maquinaria represora del estado acude rauda a defender a
esos golpistas y genocidas por el más mínimo comentario.
Y la prueba de que este país se parece más a una dictadura teocrática
es que, en lugar de perseguir a esos obispos ultramontanos que insultan, vejan
y atacan día sí y día también a esos millones de personas que no compartimos su
estrecha "moral" de fanáticos pastores de cabras de la Edad del
Bronce, los jueces pierden el tiempo investigando y reprimiendo los comentarios
del primer titiritero que publica un comentario en el Facebook, en Twitter o en
el WatshApp.
Es por ello que un juzgado ha iniciado una causa penal
contra el humorista Facu Díaz por publicar en su cuenta de Twitter el siguiente comentario
“Quemar iglesias me parece una barbaridad si no hay nadie dentro”
Por lo que España se parece cada vez más al Irán de los
ayatolas o a la Arabia Saudí de los dementes wahabitas.
¡A ver si ahora no se va a poder decir esa grandísima verdad
que es la de que La única iglesia que
ilumina es la que arde!
Pero claro muy seguramente nuestros
nazionacatólicos y descerebrados jueces serán incapaces de comprender la fina ironía
que destila esta máxima filosófica, que es tan cierta como que el sol sale por
el Este y acabarán encarcelando
a los directivos de la Wikipedia por incluir esta irreverente, pero por ello no
menos acertada, frase antológica de ese brillante pensador que fue el
anarquista, pero también geógrafo, político y naturalista Piotr Alekséyevich Kropotkin.
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