Que la
estupidez y debilidad mental de los creyentes no tiene límite alguno es un dato
tan evidente y cierto como la Ley de la Gravedad, pero a veces cuando la
estulticia sale por boca de un brillante neurocirujano no puede dejar de asombrar
si cabe aún más.
El cirujano
retirado Ben Carson parece aunar el sinsentido más absoluto de un creyente, ya
que su particular debilidad religiosa le ha convertido en una caricatura capaz
de soltar las mayores estupideces, y eso en un mundo ya de por sí rebosantes de
idiotizados creyentes, le ha hecho despuntar con luz propia. Así a lo largo del
tiempo este republicano
racista y para más inri negro ha
declarado, sin pudor, rubor y sin ningún atisbo de la más mínima decencia
intelectual, que es un ignorante
en las más variadas disciplinas científicas como la física o la biología o
que las
pirámides egipcias no son monumentos funerarios sino almacenes de grano,
eso sí con una paredes gigantescas y poco sitio para el trigo, se ve que los
egipcios tenían serías carencias arquitectónicas.
Pues bien,
dentro del demente delirio mesiánico de este pobre débil mental está también
tener alucinaciones religiosas, de tal forma que acaba de declarar que su dios
le ha hecho una importante revelación de gran actualidad: dios (como no
podía ser de otra manera) es republicano y va a votar por el incalificable millonario
Donald Trump ya que parece ser que su más que probable contrincante por el
partido demócrata, Hillary Clinton es nada más y nada menos una sierva de
Lucifer.
Cada vez estoy
más convencido que la religión es una terrible enfermedad mental y que personas
como Carson deberían estar recluidas en una institución mental en donde pudiera
ser medicado adecuadamente por profesionales médicos, por su bien y por la
tranquilidad del resto de los ciudadanos.
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