Pues
sí, no falla. Día sí y día también nos desayunamos con una o varias noticias de
lo que significa para el PP la democracia y los derechos humanos. Y como no
puede ser de otra manera pues ellos a lo suyo.
Así los
herederos de franquismo genocida pues fieles a sus principios
se han negado ¡por tercera vez! a quitar la medalla de oro que la ciudad de Calatayud
tuvo que otorgar al gallego criminal y cito textualmente:
“como una muestra de agradecimiento a quien salvó la patria en momentos de peligro y continúa, con pulso sereno y bondadoso corazón, llevándola a un destino mejor”.
¡Claro
que sí! Llevar a cabo un golpe de estado contra una democracia legítima,
provocar una sangrienta guerra civil con cientos de miles de muertos y
millones de exiliados, que dejó el país en una ruina y que desembocó en una
década de hambre y miseria y 40 años de feroz represión fascista es lo que se dice llevar
a un país a un destino mejor.
Y por
su fuera poco otro alcalde filofascista del PP ha pedido "perdón" a
los ciudadanos porque por fin una votación en el ayuntamiento le ha obligado a
retirar todos los nombres de calles que rinden homenaje a los asesinos,
genocidas y criminales de guerra que asolaron esta pobre tierra sufriente
durante prácticamente todo el siglo XX.
Eso sí,
la carta como no podía ser de otra manera ha sido enviada desde el
ayuntamiento, es decir que encima ha sido pagada por todos los ciudadanos, incluidos
aquellos que tienen todavía familiares enterrados en las cunetas como perros y que fueron asesinados por los mismos homicidas por los que siente tanto "respeto"
el incalificable alcalde, hechos por los que debería estar siendo investigado por prevariación
y malversación de fondos públicos.
Y ya
para terminar pues un poco de nazionalcatolicismo con nuestro
siempre cateto y meapilas ministro del Interior, el cual ha conseguido mediante
real decreto que se le pague a él y a todo su séquito de papanatas y
deficientes mentales catolicones la asistencia al Vaticano con todos los
gastos pagados (a cargo de los impuestos de todos los españoles ¡faltaría más!)
para asistir en primera fila a la canonización de sor María Purísima de
la Cruz, monja que una vez muerta parece ser que realizó el milagro de la recuperación
de una niña moribunda. El que los médicos de turno le restituyeran el marcapaso
averiado a la cría parece ser una coincidencia que no tiene importancia alguna, ya que las
monjitas de turno le dieron a la madre una foto de la "santa" ya difunta y eso
parece ser que fue lo que salvo a la criatura. ¡Misterios de los siempre ignorantes católicos!
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