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PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.

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18 de septiembre de 2015

El poder de la (auto)sugestión: el efecto placebo



Está más que demostrado que el cerebro humano es un órgano poderoso capaz de alterar su propia percepción de la realidad. Y quizás uno de los ejemplos más evidentes de este comportamiento sea la autogestión.

Sólo basta una pequeña teatralización basada en el principio de autoridad y la inmensa capacidad de autosugestión del ser humano puede hacer el resto generando el efecto placebo.



Ahora bien, este efecto no sólo funciona desde el punto de vista médico, cualquier persona con ascendiente o poder sobre otra podrá sugestionar a este segundo individuo en las más variadas "creencias" aunque estas sean del todo disparatadas. Y así aparecen los milagros, con esas hordas de desesperados y también totalmente crédulos individuos, seres capaces de pensar que rezar a una inexistente deidad inventada por algunos de los más alocados miembros de nuestra tan particular especie les convierte en el centro del universo.

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