Quizás una de las más perversas maldades de la religión
consiste en imponer las más absurdas alucinaciones a los más débiles, los niños
y obligarles a toda una vida de sufrimiento en aras de la moral religiosa. Y
parece que Paraguay es una nación experta en este cruel tratamiento de la
infancia.
Según recientes noticias en este país, el más cristiano de
toda Latinoamérica, más de 680 niñas menores de 14 años (algunas de ellas de
tan solo 10 añitos) han sido obligadas a tener descendencia, puesto que allí el
aborto está prohibido en todos los extremos. Y lo más terrible del caso es que,
según informan las autoridades, la mayoría de ellas quedaron embarazadas no por
un descuido sexual, sino como resultado de violaciones realizadas la mayoría de
las veces por desalmados adultos: padres, padrastros, familiares y amigos de la
familia.
Pero eso sí, quienes van a pagar con toda una vida de sufrimiento
rememorando una y otra los abusos y violaciones van a ser esas niñas obligadas
a ver crecer año tras año y década tras década el resultado de su traumática
experiencia. Y luego algún perverso sotanado vendrá con la patraña de que su "dios
es todo amor".
Hola Ateo,
ResponderEliminarEl argumento en realidad es si el no nacido aun es un ser vivo o no.
Si es un humano independiente de la madre una vez que el ovulo a sido fecundado, y en lo cual no hay debate cientifico, entonces asesinar a un humano solo por el "bienestar" de otro es un absurdo.
En todo caso se puedo dar en adopcion al bebe que en ningun caso es culpable de nada, pero tu en tu logica atea lo prefieres asesinar.
Saludos,
"Si es un humano independiente de la madre una vez que el ovulo a sido fecundado, y en lo cual no hay debate cientifico... "
ResponderEliminarNo sé en donde has estudiado tú biología, porque ¿desde cuándo un zigoto es independiente de la madre?¿es que puede crecer solo en los árboles?
"...entonces asesinar a un humano solo por el "bienestar" de otro es un absurdo."
¿Opinas que el excursionista que por el campo pisa cuatro o cinco bellotas está asesinando a otras tantas encinas como si fueran milenarias y entonces debe ir a la cárcel como el que quema todo un bosque?
Finalmente espero que nunca te tengas que enfrentar al terrible caso de que violen a tu hija de 11 años y ya veríamos si eres tan increíblemente inconsciente y sádico de obligarla a parir el fruto de su pesadilla.
Juzgar a un embrión por el niño en el que se convertirá, es como juzgar a un niño por el adulto en el que se convertirá. Igual que no juzgamos a un niño como adulto, no deberíamos juzgar como un niño a un amasijo de células que, por el momento, tienen tanta vida como las células de la piel que se nos caen todos los días, o como las de un tumor.
ResponderEliminarPersonalmente, me parece más importante velar por la niña que anda gestando el fruto de su traumática experiencia.