Sólo hay una forma rápida y eficaz de convertir a una
persona en principio sensata en un descerebrado: la religión.
Y el último ejemplo
nos llega del siempre cristiano estado estadounidense de Tejas. Allí un
juez, persona en principio mínimamente culta y sensata ha decidido dar rienda
suelta al más increíble y patético proselitismo y religioso condenando a un joven
que se peleó con un amigo a casarse (cristianamente por supuesto) con su novia
y a leer la Biblia para evitar una condena de cárcel.
Asíque ya saben, si delinquen en Texas siempre pueden conmutar
una condena por la siempre edificante lectura de ese libro lleno de asesinatos,
violaciones, genocidios, incestos y lapidaciones; imagino que para poder
ampliar conocimientos de la siempre oscura y más perversa cara de la maldad
humana.
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