Parafraseando el ya famoso dicho del físico Steven Weinberg: con o sin religión siempre habrá gente inteligente
haciendo cosas inteligentes y gente estúpida haciendo estupideces. Pero para
que la gente inteligente haga cosas estúpidas hace falta la religión.
Porque ¿cómo se
puede conseguir que diferentes individuos sean capaces de comerse una trenza de
cabello humano, de masticar un trapo sucio o de conseguir que la gente
coma serpientes vivas con el argumento de que saben como el chocolate?
Claro que como ya comenté en otra entrada previa, los
reverendos/profetas/sacerdotes cristianos pueden llegar a conseguir que su
rebaño (nunca mejor dicho) paste hierba como las vacas o las ovejas. Total
el cerebro de estos idiotizados creyentes poco se tiene que diferenciar del de
los rumiantes.
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