Pensadores, filósofos y teólogos llevan siglos construyendo
complejas teorías acerca de la religión, el cómo y su porqué, explicaciones que
casi siempre implican apelar a nobles sentimientos y a etéreos conceptos, pero
la realidad puede ser mucho más prosaica tal y como está desvelando la ciencia.
Lejos de las artificiales construcciones teóricas que se han
ido desarrollando a lo largo de los siglos para justificar el hecho de que la
religión es un elemento fundamental de sociedades de toda época, se puede
observar que toda creencia espiritual (independientemente de los ritos
particulares a los que cada grupo de acólitos rinda homenaje) pivota sobre el
siempre insatisfecho deseo humano de ser un ente especial, dentro de este increíblemente
complejo mundo que orbita un insignificante rincón de un vastísimo e
inconcebible universo. Pero ¿cómo pueden unos seres dotados de un poderoso cerebro
capaz de racionalizar, de entender y de desentrañar complejas relaciones científicas
llegar a la conclusión de que existe un mundo alternativo a la percepción material
cotidiana? Pues aunque pueda parecer sorprendente, por una mezcla de sugestión y
malfuncionamiento de ese mismo cerebro.
Nuestro
cerebro es una máquina perfectamente engrasada por la selección natural de búsqueda
de patrones. Así en nuestra sabana ancestral, esta cualidad permitió a
nuestros antepasados sobrevivir en un entorno hostil detectando esas muchas
veces sutiles señales que relacionaban hechos aparentemente inconexos: ciertos
ruidos podían indicar la presencia de un depredador o de una presa, siguiendo a
determinados animales se puede obtener agua en un paraje desértico, el
movimiento de las estrellas sobre la bóveda celeste da cuenta del paso de las
estaciones, etc. En principio asociar algunos patrones erróneos no implica un
gran problema siempre que estos fallos no pongan en riesgo la vida de los que
los comenten, de tal manera que después de varios cientos de miles de años de prueba
y error, los sapiens tenían un conjunto de comportamientos adaptativos para la
supervivencia junto con otros no tan útiles.
Ahora añadamos el segundo elemento característico del
cerebro humano. Como animales sociales que son los sapiens, gran parte del
desarrollo cerebral se ha especializado en reconocer caras y lo que es más
importante, a reconocer expresiones o sentimientos particulares en esas caras. Así
numerosos experimentos científicos han demostrado que los bebes son unos
grandes fisonomistas capaces de interpretar correctamente los gestos, primero
de su madre y después de todos los adultos que les rodean. El valor evolutivo
de esta adaptación es evidente, un niño pequeño que interpretara adecuadamente
el miedo, el enfado o la alegría de sus progenitores tendría muchas más posibilidades
de sobrevivir en un mundo ancestral lleno de peligros, en donde muchas veces no
había tiempo para explicar las cosas y en donde tampoco existían los
derechos de los niños y por tanto no sólo era factible, sino que muchas veces
era adaptativo, dejar de (mal)gastar esfuerzo y energías en seguir cuidando y
alimentando a un vástago que se comportara incorrectamente. Es por ello que los
humanos vemos caras en cualquier fenómeno u objeto que guarde unas mínimas
proporciones, fenómeno denominado pareidolia.
Pero para que aparezca la religión falta todavía un elemento
crucial: el mundo espiritual. Es bien conocido que a lo largo de la historia
profetas, santones y el resto de los mediadores de lo divino presentan evidentes síntomas de
enfermedad psiquiátrica: el Jesús que se creía hijo de una paloma y una zarza o
esa
pobre abulense llamada Teresa que mezcló delirios, alucinaciones y represión
sexual en un cóctel explosivo. Lo que hasta ahora no quedaba claro es como
esos pobres alucinados eran capaces de convencer a miembros sanos de su especie
en esa increíble, y sobre todo invisible, patraña de espíritus o demonios. Pues
bien, un
reciente estudio publicado en una prestigiosa revista de psiquiatría viene
a poner un poco de luz sobre este tema.
Los autores seleccionaron un extenso grupo de más de 31.000
personas provenientes de 18 países diferentes, sin ningún historial de
enfermedad psiquiátrica o que no hubieran consumido drogas (es ya ancestral el
conocimiento de que numerosas sustancias naturales son capaces de alterar los
estados de conciencia). Y lo más llamativo del estudio es que un 6% de los individuos en principio sanos y
normales indicaron que habían sufrido alguna vez episodios de severas alucinaciones
como oír voces dentro de sus cabezas u observar "seres o fenómenos"
que nadie en su entorno era capaz de ver. Es más, mientras un tercio de los individuos
únicamente habían tenido una de estas "experiencias" a lo largo de su
vida, otro tercio reportaba entre dos y
cinco de estos episodios y por tanto, el
tercio restante de sujetos había tenido innumerables "contactos" con
el más allá. Casi increíble, personas que en principio desarrollan una vida
normal, luego resulta que llevan años viendo, oyendo y quizás comunicándose con
fantasmas, apariciones y espíritus varios. Estos datos estarían indicando que no
existe una línea definida entre la realidad y la ficción, sino que hay un continuo:
personas sanas, a las que su cerebro no le juega malas pasadas y luego un
conjunto de individuos que tienen cerebros cada vez más y más predispuestos a
"detectar" cosas que no existen y a convivir con ellas con normalidad
en mayor o menor medida hasta llegar finalmente, por supuesto, a los clásicos enfermos
mentales que pasan la mayor parte de sus vidas atrapados en el mundo virtual que ha creado
su cerebro enfermo. Entonces, a la vista de este estudio ahora es más fácil
entender como partiendo de un profeta alucinado puede irse expandiendo el
sustrato mágico-religioso entre la población susceptible, personas que por sus
propias experiencias pueden ser más receptivas, tolerar o comprender esos cuentos
infantiles sobre ángeles, demonios y espíritus varios.
Jajjaja el complejo cerebro se fue formando solito por evolución y un simple reloj necesita de un relojero. Venga, a contar cuentos a otra parte ateo, ni idea tienes de lo que es el mundo.
ResponderEliminarNunca dejo de sorprenderme por la ignorante prepotencia de los creyentes. Después de varios siglos de estudios científicos realizados por miles de investigadores de todo el mundo en los más diversos campos: antropología, psicología, biología, psicología, neurociencia, etc. resulta que aparece un "servidor" cualquiera con el gastado y erróneo argumento del relojero y se queda tan tranquilo. ¡Ver para creer!.
ResponderEliminarAparte de los defectos neuronales que puedan produzcir alucinaciones, en mi opinión hay características o predisposiciones sanas del comportamiento de la población normal que contribuyen al comportamiento insano religioso. Estas características las aprovechan los líderes religiosos para atraer a la gente a sus sectas. Una de esas predisposiciones la comprobé en mi mismo en la adolescencia. Es la necesidad de pertenecer a un grupo social. Desde la prehistoria, los líderes de los grupos exigen adhesión incondicional, que se demuestra aceptando creencias sin razonar. La pertenencia a un grupo es una motivación muy fuerte, porque un humano aislado no sobrevive. A mi me "captaron" en la adolescencia los del Opus dei en un club de juventud en los años setenta, que tenía como gancho actividades deportivas y culturales "grátis". Luego comprobé que se pagaba con la salud mental, porque a cambio de un ambiente de compañerismo y actividades con pinta sana nos intentaban lavar el cerebro con su "apostolado". Por ejemplo: En los locales tenían capilla donde se nos adoctrinaba, tenían confesor con despacho y en los paseos por el monte se paraban a rezar el ángelus. Después de un año en ese ambiente controlador y sectario quedé inmunizado contra toda religión de por vida, sobre todo gracias a que conocí amigos con los que compartir mi afición por la ciencia, dispuestos a dudar y que no chantajean con la exclusión por las creencias o no creencias.
ResponderEliminar· Estos datos estarían indicando que no existe una línea definida entre la realidad y la ficción
ResponderEliminarEn buena medida estoy de acuerdo con ello. El modo en que el hombre está en la realidad no es lo mismo que lo que la realidad es. Pero tampoco debemos creer que lo que postulamos inconcusamente desde la ciencia como lo que puede ser lo real es ya el ser de lo real, pues toda postulación de como es la realidad es respectiva al modo como la realidad se da en nosotros.
No estoy de acuerdo en que la realidad dada en nostros sea mera ficción. Ficcionar es crear realidad imaginada desde realidad ya inteligida, percibida y sentida, pero la realidad “fenomenológica” no es realidad ficcionada sin más, es realidad dada, es el modo único y exclusivo en que queda, sentimos y se nos da la realidad en nosotros. No es ficción, es “realidad neuronal” si acaso, pero realidad.
Lo religioso forma parte de ese ámbito propio de ese estar y no del supuesto y aséptico ámbito que establecemos al pensar la realidad “allende” ese estar. Es propio de esa “realidad neuronal”. Por eso hay experienciación de lo religioso y no experiencia, y por eso no puede decirse desde el modo objetivo de posicionarse en la realidad todo el significado humano que el hecho religioso expresa.
Por ejemplo, decir que mi realidad es un conjunto de procesos biológicos, fisicoquímicos, estructurados por la impelencia evolutiva, o las necesidades de supervivencia grupal y tal... sólo nos dice algo acerca de cómo se origina y se fundamenta física y biologicamente nuestro modo de sentirnos estando en la realidad, pero nada acerca del sentido de realidad de ese estar, que es en el que de hecho existimos y nos impele. Dicho de otro modo, yo no me siento estar en la realidad que dice la ciencia -una especie de danza de partículas y energía...- esa no es la realidad en la que usted está, o si quiere siente estar, ni usted, ni yo, ni nadie. Usted, yo y todos, estamos si acaso, en la realidad que crean esos procesos. Entre colores, sonidos, tristeza, dolor, sueño, aburrimiento,temeroso de morir, llenos de misterio, ... Confundir, la realidad en la que estamos, con la realidad que postulamos ratificadamente desde la ciencia r, hace que la experienciación religiosa se interprete como una tonta ficción, como mera psicología, o mera “ficción neuronal”, como mera actividad cerebral que no tiene sentido de verdad alguno. Pero lo neuronal no es “la realidad neuronal” ya, eso si acaso es la realidad que la ciencia dice que sólo ve que hay cuando se experiencia eso.
Un saludo.
·dispuestos a dudar y que no chantajean con la exclusión por las creencias o no creencias
ResponderEliminarFisivi,
Lamento su experiencia. Pero no se inmunice contra todo lo religioso, ábrase a lo religioso dudando y si chantajes de por medio. Descubra que de respetable puede tener y que no, etc.
Si quiere, claro.
un saludo
"...ábrase a lo religioso dudando "
Eliminar¿Ein? Si se duda no se cree. La base de la religión es creer sin pruebas afirmaciones po otra parte disparatadas.
Error... creer en la ciencia, por ejemplo, no significa que no se dude de lo que la ciencia diga.
EliminarAlgo parecido ocurre con la fe religiosa, se tiene fe en Dios pero no en la creencia que esa fe proporcione. La creencia no es un estado, es un proceso. La creencia siempre está siendo como insuficiente, y reclama siempre un actualización constante desde la fe. Por eso el creyente puede dejar de creer, cambiar su creencia, pulirla, esbozarla de forma diferente, abandonarla, acrecentarla....en fin.
La duda no excluye la creencia sino que es el referente necesario que le da sentido. Yo por ejemplo creo siempre porque conozco bien al incredulo que soy y va conmigo, y desde el que siempre me refrendo.
un saludo
Ese igualar la ciencia y la religión demuestra que no tienes nada claro de las insalvables diferencias entre ambas.
EliminarNo las igualo y soy consciente de las enormes diferencias entre ambas. Sólo trato de establecer una analogia, en cierto sentido concreto, para hacerle entender su ingenua visión de lo religioso. Pero jamás se me ocurriría establecer un despropósito como ese que me adjudica.
EliminarMe cuesta entender que es para usted la realidad después de su discurso. Por intentar poner un poco de humor, parafraseando a Cervantes:
Eliminar"La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuesa verborrea"
En lo que no tengo duda es en que todas las religiones son falsas, porque se basan en la fe, en creer en una realidad inventada, sin intentar probarla con lo que si está demostrado: la materia y los métodos de la ciencia. Y si le parece que la realidad material es pobre comprada con la "espiritual", pruebe a intentar entender todo lo que la ciencia publica.
Fisivi,
EliminarPues todo el mundo sabe que es la realidad , no veo gran dificultad en ello, más allá de toda problematicidad metafisica y filosofica. Lo que si que creo es que si yo intentase explicar la realidad que la ciencia postula, con razón, pero de forma falibilista, al pastor de mi pueblo; me tomaría por un loco, y con razón también. La en la que ESTA el pastor no es mera ficción respecto a la la misma que la realidad en que está el científico, ese es un error del cientifismo que tanto se expresa en estos lares.
Permitame enlazarle un poema de Walt Wiltman, donde muestra claramente, creo yo, la diferencia entre la realidad allende nosotros y nuestra realidad. La que impele o llama a la creencia en Dios (no necesariamente ni mucho menos, quede claro) y la que puede anularla si se toma como la única realidad en la que se instala la razón existencial del hombre.
https://www.youtube.com/watch?v=RBUsTJIW3bE
un saludo
•En lo que no tengo duda es en que todas las religiones son falsas, porque se basan en la fe, en creer en una realidad inventada, sin intentar probarla con lo que si está demostrado
EliminarEs que no se fundamenta en los aspectos que tu exiges, ¿Por qué habría de hacerlo? Tampoco hacer poesía, o escuchar música. Si con ello quiere decir que la religión no es ciencia, pues obviamente estamos totalmente de acuerdo, ¿Alguien dice hoy día esa burrada?
Suponiendo que usa en un sentido laxo la palabra “demostrado”, si yo en ese mismo sentido le dijese que la existencia de Dios ha sido demostrada desde X, ¿sería Dios?. La misma idea de Dios lleva en su seno la indemostrabilidad, pues, como vamos a mostrar aquello que por definición está transcendiendo todo lo que usemos para demostrarlo. Si fuese posible demostrar a Dios, lo único que mostraríamos si acaso es una consecuencia de algo de la realidad que llamamos dios, que confundimos humanamente con DIOS pero que no será DIOS. Si Dios se deduce de X, quien realmente sería Dios es ese X.
Uno no cree en Dios por demostración, sino por conformación, por vivir conforme a ÉL su existencia. Si alguien me mostrase un demostración de la existencia de Dios al modo que se demuestra el teorema de Pitagoras… me dejaría absolutamente indiferente. No es así como el cristiano se acerca a Dios, ¡OBVIAMENTE!
• Y si le parece que la realidad material es pobre comprada con la "espiritual", pruebe a intentar entender todo lo que la ciencia pública.
Yo no hago ranquings de ese estilo. ¿Quién le hace creer que no intento entender lo que establece la ciencia?
Yo no uso a Dios para llenar los huecos explicativos de la ciencia, ni para encontrar en la realidad algo que es más que la realidad que describe la ciencia y bla bla bla... eso de usar a Dios para llenar los huecos de la ciencia es una mala comprensión de Dios, y lo que es peor y más grave una mala comprensión de lo que es la ciencia.
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEnric
ResponderEliminar"Pues todo el mundo sabe que es la realidad.."
Pues NO, te equivocas completamente. La prueba es la propia necesidad de este blog y los otros miles que denunciamos la locura religiosa. Día a día y año tras año los seres humanos confunden sus infantiles deseos de ser el centro del universo, de tener un amigo imaginario que les solucione los problemas, de autoengañarse cobardemente con una vida después la muerte con la realidad: somos una más de las decenas de millones de especies que han evolucionado en este pequeño planeta perdido en un rincón de este inimaginable universo.
Y la prueba evidente eres tú, que vienes aquí a hablarnos de tu dios, de tus creencias con palabras tan irracionalmente absurdas como tu último comentario:
"Uno no cree en Dios por demostración, sino por conformación, por vivir conforme a ÉL su existencia. Si alguien me mostrase un demostración de la existencia de Dios al modo que se demuestra el teorema de Pitagoras… me dejaría absolutamente indiferente. No es así como el cristiano se acerca a Dios, ¡OBVIAMENTE!"
¡Qué desperdicio de cerebro! Si quieres seguir apegado infantilmente a las mentiras que te inculcaron en tu niñez, pues bien, pero por favor no nos hagas a los demás partícipes de tus locuras.
Veo que tu post, interesantísimo por otra parte, viene hoy acompañado de demostraciones. ¡Cuánto delirante navega por esos mares de Internet! De verdad me asombra. Sospecho que realizan alguna labor proselitista. De no ser así no se explica ese morbo de leer y comentar en un blog ateo. Cuídate, Eric. He conocido a algunas personas que comenzaron así, como tú, afirmando la existencia de entes fantásticos, y hoy son pacientes psiquiátricos. Algunos míos. Un saludo, Ateo666666.
ResponderEliminarIrina, si mi memoria no me faya, creo que fue Edgar Alan Poe que dijo:”veo una mujer bonita, si es inteligente, voy a comenzar a creer en dios”. Acabas de perturbarme la cabeza.
EliminarUffff... Vaya temita.... Hola soy nuevo en éste blog.
ResponderEliminarSoy técnico forestal y amante y estudioso de la naturaleza y apasionado de la evolución. Aún así me permitiré el lujo de hacer un poco de abogado del diablo. (con vuestro permiso, claro)
No creo que las razones expuestas puedan explicar por si solas el hecho religioso. Los estudios a los K te refieres son actuales mientras que el sentimiento religioso es probablemente anterior a homo sapiens sapiens. Véase las representaciones artísticas de nuestros predecesores. Así K en realidad no prueban nada. Yo también amo la ciencia como medio epistemologico preeminente. Por eso este post no me encaja demasiado. Primero... El lenguaje no es muy científico y abundan las descalificaciones y las apreciaciones subjetivas. Además se hilbana una teoría sin K se siga método alguno.
En verdad la ciencia tiene sus limitaciones y en el caso del estudio de los seres humanos más. No se pueden realizar legalmente experimentos en condiciones de laboratorio con ejemplares idénticos y por lo tanto replicablesen diferentes momentos o lugares.
Creo que la verdadera actitud científica no trata de combatir las posturas sino K duda de las mismas...
La diferencia entre razonar y racionalizar se basa en ello.
A mi no me parece descabellado la existencia de fuerzas actualmente llamadas mágicas o similares. Al fin y al cabo todavía sabemos tan poco...
Pero si tubiera que señalar una hipótesis del surgimiento del hecho religioso, seguramente apelaria a las características evolutivas de nuestro sistema nervioso central. Remarcaria que la aparición de las religiones modernas son producto de la evolución del pensamiento mágico precedente pero ubicadas en diferente contexto histórico y demográfico. Así mismo el hecho de que sea común a a todas las culturas aún si conexión entre ellas me hace pensar que no se trata de un hecho aislado minoritario ni insano. Quiero decir que lo normal es que se den. Y además tenían un fin adaptativo que en muchos casos ayudaba a la supervivencia del individuo y de la población, por lo que ni siquiera pueden ser considerados transtornoso enfermedades mentales tal y como recoje la OMS y los diferentes DSM.
Sin embargo. Descalificaciones a parte y apologias de la ciencia aparte. Si se trata de hipotetizar... Yo filosofaria,apuntando hacia el hecho de la neotenia. Capacidad de aprendizaje con la que nacen los seres humanos y que les permiten adaptarse en una generación a ambientes diametralmente opuestos a los de la generación anterior. Quiero decir que el hecho de no tener accesibles los recuerdos genéticos que a las diferentes especies guían desde su nacimiento hasta su muerte, permitían mayor libertad a los recien nacidos para formarse patrones más adaptativos a su contexto. A su vez, esta neotenia exclusiva del ser humano conlleva una extraordinaria ignorancia de si mismo. Esto es... El ser humano es el único animal que no sabe lo que es. Mientras que las especies abimales con mebor capacidad de aprendizaje actúan por comportamientos cas exclusivamente instintivos o rwflejos desde su nacimiento hasta su muerte, el ser humano necesita aprenderlo todo. Y claro... La razón es un arma de doble filo ya que te permite abstraer la idea de árbol o la de dragón. Eh aquí el quit de la cuestión. Como no sabemos quienes somos ni cómo actuar y debemos fiarnos de la razón, lo más fácil es acudir al pensamiento mágico.
No obstante creo que existen fuerzas energías y dimensiones que la ciencia no ha podido explicar y que funcionan según leyes que se enuncian en algunas religiones. Por ejemplo os suena el karma, los sueños premonitoros, la telepatía etc???
Quizás son indemostrables científicamente pero pueden existir si se dan ciertas circunstancias... O no. No se.. Mejor ser escéptico que negacionista.
Pyrus
ResponderEliminar¿descalificaciones?
¿Y qué que la religión sea anterior al sapiens? ¿es que nuestras especies antepasadas no fueron paulatinamente obteniendo parte de las funciones cerebrales que comento?
Finalmente tu comentario es erróneo, la ciencia puede estudiar cualquier cosa siempre y cuando por supuesto sea real. Y el hecho que llevemos siglos tras los fenómenos que comentas y no se haya encontrado nada verificable dice mucho acerca de su naturaleza.
La “verdad” que proviene de nuestra mente, no es verdad. Pensar en algo, no determina su existencia. Lo que nuestra memoria puede guardar es solamente imaginación. Son sólo imágenes. Las palabras, por ejemplo, son imágenes, que nuestro conocimiento tiene que interpretar. Al interpretar las palabras, la mente evoca otras imágenes o secuencia de ellas, creando una película mental basada en nuestro conocimiento.
ResponderEliminarCreer en lo que no existe no hace la menor diferencia. Para una mosca, que sepamos o no de su existencia le es indiferente. Lo que pensamos no es real y para la realidad, sepamos o no de su existencia, no la modifica, le es indiferente. Ahora, para nosotros hace mucha diferencia pensar en lo que es real o no. Si estamos viviendo dentro de una ilusión, es como si estuviésemos todo el día drogados. Y la única herramienta que tenemos para vivir de forma verdadera es la mente, que como ya fue entendido nos puede llevar al mundo de la ilusión. Al vivirnos en una ilusión, sin dudas perderemos el gusto real de la existencia.
La mente individual, por ser parte del conocimiento, no puede entender la verdad, porque esta es presente constante y no tiene posibilidad de contacto con el pasado. De esta forma, si queremos comprender la verdad, no deberíamos pensar delante de esta. La única forma posible de esto ocurrir es estarnos “atentos” y en “silencio”. Cuando la mente está llena de palabras, frases e ideas que surgen ordenada o desordenadamente, en grande cantidad, mescladas con imágenes, sonidos, sensaciones, es lo que se considera de “barullo”. El “silencio” es lo contrario a ese “barullo”. Y solamente puede existir atención verdadera, cuando existe este silencio. Todos hemos tenido ese tipo de experiencia en la cual nos encontramos tan atraídos por una situación, que no escuchamos o sentimos más nada, más allá de aquello que nos llama la atención. En este estado de atención nos olvidamos de dolores, de alguna necesidad básica o de los problemas que podemos estar enfrentando en esos días. Normalmente lamentablemente esto sucede con los entretenimientos. Incluyendo las religiones. El problema es que, en estos casos, este tipo de silencio es producido por la emoción, tornándolo una reacción, por tener un motivo emocional, como si fuese a través de drogas.
Existe un silencio que no es producido por la emoción, y sí por la comprensión, tornándolo el silencio verdadero, por ser sin motivo. Es el silencio que surge cuando realmente comprendemos que los pensamientos, por ser memoria y por ende del pasado, nos impiden de ver lo nuevo, la realidad, la verdad.
Ese tipo de pensamiento es aquel que descubre cosas nuevas, por no estar basado en lo viejo, en el conocimiento, en el pasado. Este pensamiento es la propia creación. Es el pensamiento que ve más allá de lo superficial, de lo mundano. Que descarta la ilusión para quedarse lo más próximo posible de la verdad. Es el pensamiento que no se acepta a sí mismo cuando ve que fue provocado por la emoción. Estamos hablando de un pensamiento que consigue librarse de lo conocido para descubrir lo nuevo. Estamos hablando del “pensamiento científico”; del pensamiento Ateísta; de los “libres pensadores”.
Pyrus
ResponderEliminarEstá comprobado que un ser que ha muerto no puede salir andando por ahí incomodando personas, como J.C, Frankenstein , los zombis, etc.. Se sabe que alguien no pude vivir en la barriga de una ballena por varios días y después salir para beber, como Jonás, Geppetto, el Barón de Munchhausen, etc.. Se sabe que alguien no puede parar el Sol o la Luna profiriendo palabras, como Josué; o que las estrellas van a caer sobre la Tierra, como dice en el apocalipsis; o que la lluvias son producidas porque un dios abrió las ventanas de su casa, etc., etc..
Se sabe esto y muchas cosas más porque la inteligencia del ser humano las ha desmitificado por medio de la ciencia.
Si el ego de algunas personas cree que por imaginarse que son lo que se imaginan que son, la Tierra es el centro del Universo y existe un ser tan grande cuanto el propio Universo y se parece fisionómicamente como ellos, creo que sea imprudente darles algún remedio para la esquizofrenia, o en su defecto, siendo para ellos algo más natural, podríamos intentar tirarles la piedra de la locura con herramientas medievales.
Ateo seiseises ;)
ResponderEliminarPerdona si mi apreciación no se encaja con el espíritu de tus escritos. Me pareció que tratabas el hecho religioso desde el desprecio. Si me equivoco te pido disculpas sinceras. Yo no digo que los rasgos de los antecesores al sapiens no los hayamos heredado. Desde luego que no los hemos heredado todos. Digo que si el estudio se refiere a humanos y el hecho religioso es anterior, el estudio no da respuesta al origen del hecho religioso. En aras de la honestidad la ciencia no puede demostrar susodicho origen. Al igual que no puede demostrar muchas cosas... Este hecho te será corroborado por la.mayoría de científicos honestos. Tiene su lógica ya que en caso contrario no habría nada que investigar. Así mismo cada año se revisan diferentes teorías científicas y se corrigen, ergo tampoco hay que tomarlas.como verdades absolutas sin contexto. Eso es otro tipo de fe o creencia.
Luzisfer G
Tienes razón. Los muertos están muertos... Pero existen multitud de casos científicamente documentados de personas declaradas muertas y que no lo estaban del todo. Si luego se levantan de sus tumbas parecerían zombies. Sic zombies en Haití. Así mismo creo que los mitos religiosos no son en sí LA RELIGIÓN. Hay muchas creencias y religiones las hay más estramboticas y las hay menos... De hecho creo que cada persona tiene su confesión particular. Yo creo en la Naturaleza y las leyes naturales. Vosotros en las leyes científicas... Repito que la ciencia médica... concretamente la psiquiatría no contempla la religión como enfermedad o trastorno. Consultad el DSM 5 publicado recientemente. Sólo si supone un claro rasgo desadaptativo para su vida como para sus seres próximos debe ser tratado.
El padre de la Psicología moderna y de la Psiquiatría (hasta mediados del siglo XX) Sigmund Freud, dijo algunas frases con respecto a la religión que deberíamos llevar en consideración, como :
Eliminar“Cuando un hombre se libera de la religión, tiene una mejor oportunidad de vivir una vida normal y sana”.
“la religión es comparable con la neurosis infantil”.
“Los sentimientos de amor y temor de dios no tienen su origen en dios, si no en los seres humanos. Son sentimientos de frustración dirigidos por el hombre a un ser imaginario que pretende que sea su padre”.
Etc., etc..
Eso de que hay casos de personas que estaban muertas pero no estaban muertas, creo que sea una discusión sin fundamentos. Pero yendo en el camino de tu raciocinio con respecto a zombis, puedo decir que en lo particular los cristianos me parecen personas vivas pero que sé que están muertas.
No entendí eso de “ser naturalista y seguir las leyes naturales”, parece que no sabes que la “Ciencia” viene del Latín “scientia” que traducido es “conocimiento”, que usa como criterio la verdad y cuyo alicer es observación, estudio y comprensión de las leyes naturales. Y las únicas leyes que existen son las naturales. Porque las otras leyes son antinaturales y no son nada saludables. Por ejemplo, tú puedes creer que existe un ser superpoderoso que te protege y si saltas de un edificio de diez pisos, ese ser te va a ayudar y no va a dejar que te lastimes. También puedes creer que te hagas puré en el piso y que saldrás caminando como un zombi. O que vas a ir a un lugar mejor y te juntarás a setenta vírgenes. Puedes creer en lo que se te antoja, pero si saltas, la gravedad te va a atraer hacia el centro del Planeta, creas o no. Eso es ciencia natural.
Para terminar te dejo otra frase del señor Freud:
“No, nuestra ciencia no es una ilusión. Pero sí sería una ilusión suponer que lo que la ciencia no puede darnos lo podemos encontrar en otro lugar”.