Pues sí, aunque parezca increíble en el
único país democrático y occidental de todo el mundo islámico tienen muy claro lo
peligrosos y perversos que son los ateos.
Un juzgado de Turquía acaba de prohibir la
página web de una asociación de ateos turca con el
increíble argumento de que
“Los ateos provocan odio, enemistad y degradación.”
basándose en un artículo del código penal
del país que persigue a aquellos que
“provoquen abiertamente a un grupo de personas que pertenecen a una diferente clase social, religión, raza, secta, o procedentes de otro origen, para ser rencoroso u hostil contra otro grupo.”
Es decir, que objetivamente si estos jueces
tuvieran un mínimo de decencia y de sentido de la justicia lo que deberían
prohibir de inmediato es la práctica del Islam, la religión probablemente más sectaria,
rencorosa, hostil y criminal del mundo.
Esta política de represión del ateísmo en
Turquía vienen de lejos, ya que un bloguero ateo fue condenado hace un par de
años a 13 meses de cárcel por “degradar” al profeta pedófilo y genocida en su
página web. Otra condena de 10 meses de cárcel fue para un renombrado pianista turco
por tuitear una cita “blasfema” de un poeta medieval.
Pero claro ¿qué se puede esperar de un país
en donde el
iluminado de su presidente compara a los ateos con terroristas cuando tiene
por el contrario miles y miles de ejemplos de terroristas, asesinos y genocidas
entre las propias filas de sus creyentes?
Y también provocamos caspa y mal aliento :-P. Somos tan malos que nosotros solitos nos damos miedo :-D
ResponderEliminar¿acaso no da miedo ese terrible militante ateo-mi teclado es negro, ¿vale igual para postularme?- frente a esos inofensivos personajes del rifle y el cómodo cinturón de explosivos? Je.
PD: ya en serio, la caradurez de los fundamentalistas sino fuese aterradora, sería hasta graciosa, por lo absurda.
Las creencias religiosas van contra la convivencia.
ResponderEliminarLas religiones, por ser cuestión de fe, no tienen ni la menor posibilidad de alterarse mediante el razonamiento. Por eso son incompatibles con el acuerdo entre personas de distintas creencias. Este desacuerdo divide a la sociedad y es excusa para enfrentamientos violentos.
La violencia actual del estado islámico es sólo una más de las violencias que han traído las religiones a la humanidad en toda la historia. Es fácil recordar ejemplos como las cruzadas, la inquisición, el holocausto judío, las masacres del pueblo palestino por parte de los judíos o la guerra santa que se inventó Mahoma. Es evidente que todos estos casos obedecen al mismo motivo, el enfrentamiento que provocan las creencias religiosas.
La religión es una enfermedad social de la que la humanidad se debe curar si queremos un futuro en paz. El problema no son los integrismos, es la religión en sí. El error fundamental es poner las creencias en lo sobrenatural por encima de la vida.