Según el último informe de la Comisión Europea, España es junto con Grecia, Chipre, Portugal, Hungría y Rumanía, uno de los países de la Unión Europea donde más disminuyó el porcentaje del PIB destinado a la educación.
Es decir, poco a poco y paso a paso vamos hacia un desastre educativo mayúsculo en el que las nuevas generaciones acabarán prácticamente analfabetos, pero eso sí cristianamente atendidos porque ¿alguien escucha alguna vez hablar de recortar los 11.000 millones de euros anuales de nuestros impuestos que regalamos a la iglesia católica para que continúe con su labor de discriminación, intolerancia, sexismo, homofobia y diseminación de la ignorancia más prehistórica?
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