Pues sí, la líder espiritual de una secta cristiana que se dedica a
torturar niños pequeños, porque aseguran que los niños que gritan o lloran por la noche o que enferman o tienen fiebre
están poseídos por Satanás; y deben ser exorcizados,
ha decidido demandar por difamación a aquellos grupos de derechos humanos que
denuncian sus bárbaras prácticas que en el contexto cultural de África son
criminalmente peligrosas.
Ya que no olvidemos que en
África acusar a alguien, sobre todo si es tan indefenso como un niño, de
brujería o posesión demoniaca es muchas veces igual a firmar una sentencia de
muerte para el pobre infeliz puesto que la ignorancia y el fanatismo lleva
muchas veces a la persecución y al asesinato, como si del más oscuro Medievo occidental
se tratara.
Y sin embargo, esta demente criminal se permite acusar de
difamación a aquellos que denuncian sus asesinas creencias, de tal manera que ha
presentado diversas demandas judiciales por valor de ¡agárrense porque es
muy fuerte! 500 millones de libras
esterlinas.
El abogado de la demandante ha indicado que se está perjudicando a su cliente
El abogado de la demandante ha indicado que se está perjudicando a su cliente
"una líder religiosa reputada internacionalmente y respetada en muchos países del mundo"
Y como ven ese es el problema, que bajo el paraguas de la
religión cualquier individuo ignorante,
demente o directamente criminal tiene total libertad para mentir, engañar,
producir daño o incluso montar un genocidio a escala continental y encima
sentirse totalmente protegido y a salvo de cualquier responsabilidad.
Y acá en Colombia, con María Luisa Piraquive, líder de la secta Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, LO MISMO!
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