Cosmos y Giordano Bruno

El interesante documental Cosmos ha sido recibido con una fuerte polémica en los muy cristianos e intolerantes EEUU porque ha tenido la audacia de presentar única y exclusivamente las evidencias y teorías científicas acerca del origen de nuestro Universo, dejando al margen las ignorantes invenciones de creyentes de todo tipo. 

Y la única mención que hace en su primer capítulo el documental sobre la religión es para mostrar en el ya tristemente famoso ejemplo de Giordano Bruno, el terrible papel de dogmatismo y de control del pensamiento que han ejercido las creencias hasta hace muy poco tiempo (en algunos países del denominado primer mundo, porque en la mayoría de las naciones todo sigue prácticamente igual)

Y lo verdaderamente sorprendente del caso es que la genial intuición de Bruno, si peca de algo es de ser demasiado simplista para intentar comprender el inimaginable, inextricable y maravillosamente complejo Universo en el que vivimos, universo infinitamente superior al ideado por los tristes diosecillos de pastores de cabras de los desiertos palestinos y arábigos, a cuyas cortas e ignorantes visiones están anclados miles de millones de nuestros más simples congéneres.