Aunque es de sobra conocido el poder
de los ultraortodoxos en Israel, no por ello puede dejar de sorprender que
en una teórica democracia los derechos individuales sean pisoteados de manera
tan descarada como ocurre en Israel para cumplir unos absurdos preceptos
religiosos inventados por unos fanáticos religiosos de la Edad del Bronce.
Así parece ser que en este pequeño país del Oriente Próximo
es obligatorio por ley circuncidar
a todo varón nacido de madre judía en las dos primeras semanas de vida. Y
si esta divina orden no se cumple empiezan los problemas, de tal manera que se
ha dado el caso de que una
reciente madre israelí que decidió no aplicar esta cruel y oscurantista
tradición ha sido condenada por un tribunal rabínico a una multa diaria
hasta que se proceda a tan absurda y prehistórica costumbre religiosa.
Sí, no
se sorprendan porque en Israel existen tribunales
religiosos al estilo de los de sus encarnizados y medievales enemigos de
Arabia Saudí o Irán en donde se juzga todo lo relacionado con las leyes
dietéticas, la moral y las costumbres religiosas y que además poseen la
exclusiva de los divorcios (por encima de los tribunales laicos) y los temas de
custodia de los hijos siempre y cuando uno de los cónyuges así lo decida (casi
siempre el marido) ya que estos juzgados ultrareligiosos y prehistóricos
siempre favorecen al varón quedando las mujeres totalmente desprotegidas en
cuanto a sus más elementales derechos.
Para que se entienda el nivel de
fanatismo, de ignorancia, de prepotencia y de estulticia de estos tribunales
simplemente indicar que hace
unos años se juzgó en unos de estos tribunales a un perro por posesión infernal
y se le condenó a morir lapidado. El cuadrúpedo reo no obstante se dio a la
fuga (imagino que con ayuda infernal) y el satánico delito quedo impune.
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