En Castilla La Mancha lo importante es acudir a misa como dios manda

La instrumentalización de los recursos públicos por parte de la derecha nacionalcatólica para favorecer y privilegiar al rancio catolicismo es un delictivo comportamiento que desgraciadamente llevan impresos en sus genes nuestros piadosos gobernantes patrios.

Estos meapilas cristianos no entienden que como responsables ante todos los ciudadanos deben mantener alejadas sus patéticas creencias del desempeño de su función pública como gobernantes. Pero claro, eso parece imposible de entender por parte de unas mentes adocenadas en el servilismo hacia las sotanas. Se ve que tanto incienso y tanto rezo producen daños permanentes en el cerebro del rebaño católico impidiendo el más mínimo atisbo de raciocinio.

Porque sólo así se puede entender que a estas alturas de la vida la consejería de Agricultura del Gobierno de Castilla-La Mancha haya ofrecido una dispensa de una hora y media a los funcionarios que decidieran asistir a una la misa que se celebró en la catedral de San Juan de los Reyes en honor a San Francisco de Asís, de tal forma que los piadosos funcionarios que decidieran acudir a tan importante evento tuvieron permiso oficial para ausentarse de sus puestos de trabajo. 

Así que ya saben, si acuden a algún organismo castellano manchego a realizar cualquier gestión procuren no coincidir con ninguna celebración religiosa católica porque lo mismo sólo está presente en su puesto de trabajo el pobre funcionario ateo de guardia mientras sus piadosos católicos compañeros sacan al santo de romería.

P.D.

Leo que la Junta de Castilla La Mancha después de la polémica creada, ha dado marcha atrás y ahora comunica que fue un error dar dispensa de trabajo y que tendrán que recuperarel tiempo perdido otro día.  Así que, como yo soy seguidor del Gran y Loado Espagueti Volador ¡único y verdadero dios! Cumpliré fielmente el precepto de tomarme todos los Sagrados Viernes libres (puesto que tengo que ir a emborracharme vestido de pirata) y por supuesto recuperaré el tiempo perdido de lunes a jueves. Porque si todos los funcionarios de este país ajustan su jornada laboral en función de sus creencias tendremos un lío monumental aunque luego recuperen las ausencia, eso sí en los días que su respectivo dios se lo permita.