Este es el previsible
resultado obtenido por un grupo de investigadores británicos que han
analizado mediante un metaanálisis
los múltiples estudios previos sobre la relación entre inteligencia y
religiosidad que se encontraban en la bibliografía científica.
Los autores del estudio han comprobado que
"la premisa de que las creencias religiosas son irracionales, sin ninguna base científica, imposibles de comprobar, y por tanto, poco atractivas para gente inteligente."
resulta casi una verdad de Perogrullo. Pero en este mundo en
el que sumisamente todos debemos postrarnos ante el altar de la ignorancia y la
irracionalidad de la religión es necesario recalcar una y otra vez lo obvio.
Porque
muy inteligente no puede ser alguien que cree que una zarza ardiente envió a
una paloma extraterrestre a fecundar a una virgen judía, para que el fruto de
esta absurda relación zoofílica deba morir y así expiar un pecado frutal
cometido en el principio de los tiempos por dos analfabetos desnudos que se
encontraban bajo la influencia de una serpiente parlante. O ya puestos tampoco
demuestra mucha inteligencia aquel que cree a pie juntillas que un beduino del
desierto arábigo subió a los cielos montado en un blanco corcel cual cohete a
reacción. O ya puestos en el colmo de la contradicción, que Ganesha
el dios elefante sea la representación de la inteligencia y la sabiduría en
el superpoblado panteón hindú lleno de dioses con formas de animales varios
cual personajes de una serie de TV del Disney Channel sólo apta para menores de
5 años. O seguir creyendo
en cualquiera de las deidades inventadas a través de los siglos, a cuál más
desatinada que han sido adoradas por la legión de ignorantes fanáticos
religiosos que han vivido a lo largo de los milenios en este castigado planeta
del extrarradio de la Vía Láctea.
El ser humano no sólo es el animal que tropieza más de una vez con la misma piedra, sino que, si tropieza con ella suficientes veces (*), se arrodilla ante ella, le reza, le pide consejo y dice que escucha sus respuestas. Cuando se publicó "2001 Odisea del Espacio", algunos críticos se burlaron de la escena en que los homínidos adoran al Monolito, calificandola de absurda. Deberían haber ido a cualquier iglesia, sinagoga, mezquita o santuario de otra denominación, para ver escenas mucho más absurdas.
ResponderEliminarPara ejemplo, estuve en una ceremonia de la "Escuela Científica Basilio", donde, previsiblemente en el momento adecuado, uno de los asistentes de la primera fila fué "canalizado" por un espíritu, que procedió a contestar las preguntas de los creyentes, siempre en forma que reforzaba su fe. Luego de hipocresías varias de la Iglesia Católica, esa escena fué uno de los causales de mi ateismo.
(*) Para algunos, basta con tropezar tres veces