Investigadores del Departamento de Antropología de la
Universidad Estatal de Michigan en EEUU ha realizado un estudio sobre el
tráfico de órganos humanos en Bangladesh. Y los resultados son terribles. En ese
depauperado país cientos
de desesperadas personas venden sus órganos para conseguir un poco de
dinero que les permita sobrellevar sus miserables existencias.
Así por poco más de mil dólares se pueden comprar riñones o
fragmentos de hígado humanos y como encima los pobres desesperados son muchos
en esa castigada nación, pues los precios están bajando debido a la creciente
oferta. Todo este mercado negro de órganos que implica a médicos y hospitales
se mantiene gracias a la inoperancia cuando no a la corrupción de la policía y
del resto de los poderes gubernamentales bengalíes.
Pero el caso de Bangladesh no es único ni excepcional, ya
que la Organización Mundial de Salud estima que en
todo el mundo se realizan anualmente más de 10.000 operaciones con órganos provenientes
del mercado negro. Estos órganos se suelen trasplantar mayoritariamente en países
como China, India o Pakistán en donde se pagan hasta 200.000 dólares por operación
de trasplante de riñón y hasta un millón por una de corazón, pero este
inhumano tráfico se extiende a prácticamente todo el mundo incluido nuestra
civilizada Europa. Así que el negocio es redondo para estos traficantes
del sufrimiento humano, capaces de especular con quizá una de las pocas cosas
que le quedan a los millones de desheredados del mundo: su propio cuerpo y su
salud.
Que terrible hasta donde hemos llegado los seres humanos por obtener algo de dinero para sobrevivir Es una tristeza.
ResponderEliminarla legislación lo permite. no es tráfico y además piensen que hay dos desesperados el que necesita y el que vende. se aprovechan de ambos. saludos. buena suerte.
ResponderEliminarMica
ResponderEliminarEspero que tu comentario sea una ironía porque si no eres un ser de lo más abyecto al opinar tan criminalmente sobre la terrible elección de una persona que tiene que vender sus órganos para que su familia siga malviviendo. En ese caso me gustaría que por ejemplo el azar y la necesidad te pusieran en una situación dramática en la que un desalmado te hiciera tener que elegir entre la vida de dos de tus hijos en una transacción meramente comercial. Así verías lo que es estar desesperado pero eso sí, piensa entonces que tú también te aprovechas: uno de tus hijos se salva.