Según una encuesta
publicada por el diario El País a día de hoy el 24,5% de los ciudadanos con
derecho a sufragio, que se corresponden con el 17,2% de los residentes en
España tiene pensado votar al Partido Popular en las próximas elecciones. Y lo increíble
de esta estadística es que, muchos de estos votantes son esas mismas personas
humildes que están siendo abocadas a la marginalidad y a la miseria por culpa de
los brutales recortes en servicios públicos, que están desmantelando en la
práctica el escaso estado del bienestar que hemos logrado construir en España
en las últimas décadas.
Así yo no dejo de sorprenderme cada día con que un jubilado que
disfruta de una pensión de miseria (que además está siendo recortada tras cada
consejo de ministros), que un trabajador que no llega ni a mileurista sin
derechos laborales alguno (pues con las sucesivas "reformas" está prácticamente sujeto a derecho de pernada por parte del empresario),
un desempleado al que le ha quitado cualquier tipo de ayuda social (y que debe
vivir de la caridad del estado) o un estudiante universitario que debe
abandonar sus estudios por no poder asumir el coste de la brutal subida de las
tasas académicas, sigan apoyando obcecada y masoquistamente a un partido y un
gobierno plagado de malversadores de dinero público que
se reparten sobresueldos millonarios, mientras desvergonzadamente culpan a
los más desfavorecidos de sus propios excesos y los de los grandes empresarios,
exigiendo además a la ciudadanía que paguemos por su inoperancia y sus despilfarros.
Comportamiento irracional a la par que suicida al que siguen
aferrados millones de españoles que no entienden que con su voto están
condenando sus vidas y las de sus hijos a volver al oscuro y terrible
capitalismo salvaje, en donde la solidaridad y la justicia social están
completamente ausentes y ellos (ciudadanos de las capas más desfavorecidas de
la sociedad enfrentados a la despiadada lógica neoliberal) no van a poder
aspirar a rastro alguno de una vida digna, quedando al albur de las grandes multinacional
para cubrir sus necesidades básicas de sanidad, jubilación o educación siempre
y cuando fueran capaces de asumir el coste monetario de esos nuevos servicios privatizados.
Así al final, nos quedará una legión de analfabetos
funcionales (por la ausencia de educación pública de calidad), con sus vidas
sensiblemente acortadas (por la privatización de la sanidad pública, lo que
impedirá el acceso a los tratamientos más onerosos) y condenados a trabajar
hasta el mismo día de su muerte (para mantener
la "sostenibilidad" del sistema de pensiones). Pero eso sí,
obedientes votantes del Partido ImPopular.
Esto sucede por el adoctrinamiento ultracatólico y el patrioterismo al que son sometidos millones de ciudadanos desde chiquititos.
ResponderEliminarLes han enseñado que ellos son los pilares de una idea delirante de España y por eso son capaces de mear hacia arriba y mojarse ellos mismos.
Fruto de la ignorancia inducida por las repetidas y maliciosas reformas deseducativas y desinformantes potenciadas por los remedios de incomunicación antisocial, todo ello cocinado por el pEpEsoE...
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